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El blog de Angel Arias

Temas de blogueros

Jugando en corto: No loan requested, no pharmacy discount needed, no erectile problems neither sexual malfunctions

Por favor, enano de las narices que estás metido en las tripas de mi ordenador, mandándome decenas de mensajes sobre cuestiones que nadie te ha pedido, déjame en paz. Y si se trata de una conspiración internacional, con uso deplorable de la lengua inglesa para confundirme, pretendiendo provocarme desasosiego, intranquilidad, rabia o estupor, sabedlo ya: no me influiréis.

No os hago caso, os borro según os identifico, no me preocupa lo más mínimo entrar en relación con vosotros, camuflados con las pieles de cordero de las primeras letras de mi nombre verdadero, estoy al tanto de vuestra autoría. Sé que la estupidez de la especie humana está moviendo los hilos de vuestra deplorable tarea.

Os digo más: Prefería aquellos otros mensajes desde Nigeria en los que, también en inglés, e incluso con mejor construcción gramatical, viudas de generales, represaliados líderes de la oposición, o corruptos funcionarios sin miedo a ser delatados, me solicitaban ayuda para sacar dinero de su país, a cambio de un adelanto del cinco o diez por ciento sobre las notables ganancias que íbamos a repartir, o solo proporcionarles el número de mi cuenta bancaria .

No venceréis, fuerzas del mal, que os obstináis en probar mi resistencia sicológica con maniobras de seducción tan burdas. No compraré nunca vuestros productos, no tengo problemas sexuales (y si los tuviera, no iba a confesároslos a vosotros), no he pedido ningún crédito ni me molestaré jamás en descifrar vuestros jeroglíficos y frases sin sentido.

 

A sotavento: Cultura corporativa en la NET: hackers, frikis, idiotas y nerdos (2)

A sotavento: Cultura corporativa en la NET: hackers, frikis, idiotas y nerdos (2)

Imbuídos de ignorancia o desprecio hacia todas las expresiones de la comunicación no institucionales que se realicen en la NET, los responsables téoricos de la cultura corporativa se inician en la realidad virtual, por lo general -como refleja Enrique Dans  en su artículo Blogs y Empresa (incluído en La blogosfera hispana, 2005, Orange)- a través de una experiencia desagradable.

Felices hasta entonces por haberse pertrechado en la cuidada imagen que ofrecen desde sus webs oficiales,  los grandes grupos empresariales pueden caer de pronto en la cuenta, que las entradas en su web corporativa provienen de desconocidos lugares de la blogosfera, y que sus productos estrella, la calidad global de su oferta, o la ética de sus ejecutivos principales, son cuestionados por francotiradores absolutamente fuera de control.

Lejos de las comunicaciones frías (y normalmente, desfasadas) realizadas en sus webs, ajenos a los comunicados a las Comisiones de Valores, y a los media en papel de mayor difusión y prestigio tradicional, las opiniones decisivas pueden estar formándose en lenguaje descuidado, con mensajes cortos y letales, y con argumentos de descalificación basados en experiencias personales y aisladas.

La reacción más utilizada por los servicios jurídicos de estas corporaciones es, por el momento, la demanda de rectificación bajo apercibimiento de acciones judiciales. Puede que, hasta ahora, haya servido para tranquilizar a la mayoría.

Pero la cuestión principal no es ésa. De forma paralela al hecho de que la cultura corporativa, como indicaba en un Comentario anterior, está siendo cuestionada por una intranet virtual que crea sus propias pirámides de decisión y autoridad, la imagen de marca de la empresa, hacia el exterior, va a verse cada vez más analizada y afectada por elementos completamente fuera de control de los estamentos oficiales.

Estas opiniones paralelas a las oficiales, con mucha mayor verosimilitud potencial, precisamente por no estar controladas ni dirigidas, pueden tener una influencia decisiva para la marcha económica de la empresa. Basta suponer, por ejemplo, lo que significaría una crítica feroz a un producto estrella por parte de un blog de prestigio, con más de cinco mil -o sesenta mil- entradas diarias, y la difusión piramidal que puede tener esa información.

A ver si nos entendemos, pues: Entre la imagen del friki informático, creativo e inteligente, pero obsesionado por temas muy concretos, que le conducen a la introversión, y cuya exacerbación podría ser el nerdo que, como consecuencia de esa concentración se ha aislado socialmente en su mundo virtual, hay que conceder todo el respeto posible a la de quienes, en el ejercicio de su inteligencia y curiosidad, están generando nuevos paradigmas en la cultura corporativa.

Estos hackers -fundamentalmente, actuando en la blogosfera y sus entornos derivados-, en absoluto identificables con informáticos ni especialistas, se están organizando de forma acelerada en grupos de opinión, presión y desplazamiento de mercados, constituyéndose en unos a modo de mentores o valoradores del mundo real, de consecuencias imprevisibles.

Su avance se producirá inexorablemente para desesperación de los idiot que sigan creyendo que los fallos del mercado se pueden controlar  con viejas recetas: dineros para briveries, contactos personales, business meals, desprecio hacia los frikis y nerdos y una cierta dosis de mentirijillas desde su web corporativa. Es la web 2.0, estúpidos.

(Nota: Realizo la conexión a Idiot según la Wikipedia alemana, por dos razones: para que se vea mi dominio idiomático y porque en ella se hace referencia tanto a la más antigua acepción de la palabra entre los griegos, como al riesgo que se corre en Alemania si se insulta a alguien con ese término de uso tan habitual en España... peligro que no deseo por mi parte correr en ningún caso: mis idiots son, simplemente, stuck-ups (engreídos).

A sotavento: Cultura corporativa en la NET, hackers, frikies, idiots y nerds (1)

A sotavento: Cultura corporativa en la NET, hackers, frikies, idiots y nerds (1)

Me propongo en este Comentario lanzar algunas reflexiones acerca de la dinámica de la cultura corporativa en el entorno creado por la Web 2.0. No voy a dirigirme a especialistas, y, por supuesto, no pretendo realizar un estudio acerca de un tema tan complejo, sino llamar la atención sobre los nuevos parámetros en los que se está configurando el perfil de la empresa en la actualidad, y más concretamente, su imagen interna.

No quiero ser ambigüo, y, por eso, voy a decirlo de otra manera, para que se comprenda mejor: los principios de autoridad tradicional en las empresas, aquellos por los que existía un organigrama jerárquico y una pretensión funcional, están siendo brutalmente debatidos, cuestionados, destruídos, por la realidad diaria de las empresas. Desde muchos puntos de vista: las ya viejas reuniones de departamento, las directrices emanadas en macroconvenciones en las que los jefes impartían su doctrina, los informes meditados cuyas copias eran casi secretamente difundidas a cuatro destinatarios, las "Notas internas" en las que se comunicaba "información relevante" para la toma de decisiones, etc...han pasado a mejor vida.

Hoy, prácticamente todos los niveles de actuación de una empresa disponen de un ordenador propio, frecuentemente con línea ´de acceso externo, además de estar, por supuesto, conectado a la intranet. Tener una pantalla en la mesa de trabajo no es ya símbolo de autoridad o prestigio, es una herramienta fundamental para cualquier empleado.

La mayor parte del tiempo de trabajo se mantienen el ordenador y la conexión a la red, encendidos y dispuestos. La contestación a los correos electrónicos, se convierte en prioritaria, sea cual sea su verdadera utilidad y su relación con la tarea. Las consultas en busca de información a otros archivos, documentos y bancos de datos, propios y ajenos, es frecuente, instantánea, masiva. Etc

El lenguaje de comunicación ha pasado a ser informal. Los informes elaborados con profundidad y precisión, son mucho más raros que antes; la redacción y los análisis son, básicamente, unipersonales y para rápido consumo.

Una gran parte de la información que se transmite por la red es aparentemente irrelevante, personal, falta de interés objetivo, o sin ninguna conexión con nuestro trabajo (spam). Pero incluso esta forma de comunicar, ayuda a crear ambiente, y es síntoma de las interelaciones que interactúan en la empresa, y de las pirámides de autoridad propias y de sus conexiones con el exterior.

Pero ese análisis superficial de lo que está pasando no atiende a la revolución que, en mi opinión, se está produciendo en las empresas. Se está debilitando de forma rápida la autoritas de los organigramas y la cultura corporativa ha de entenderse de otra manera, con poco que ver con las concepciones clásicas.

Los jefes pueden pretender seguir mandando, pero, en realidad, se está produciendo el acelerado despojo de su autoridad, dejando su poder como una cáscara vacía. Los centros de decisión se producen a niveles mucho más bajos de los pretendidos, y las actuaciones relevantes se emprenden de forma muy pragmática, sin consultar a nadie. Porque no hay tiempo o, sencillamente, ya se sabe lo que sabe el jefe: poco o nada sobre el tema. La empresa funciona con otros paradigmas, y pretender el control se produce a posteriori o de una forma tangencial.

Ayer, en la cena de Thursday, Ildefonso Mayorgas, Antonio Fumero, Jaime Estévez y yo mismo, formamos por momentos un grupito aparte para lanzar piedras al océano de la Web 2.0 y, de forma circunstancial, también hablamos de la neo cultura corporativa.

Yo comenté algo sobre las tres generaciones digitales, arriba y abajo de los que tienen, digamos, entre 35 años y 50 años. Los unos han perdido el tren, los otros se mueven a toda velocidad y en todas direcciones. No era sencillo imaginar hace pocos años que, fieles al principio del gerente inmovilista, (pag. 42, Web2.0, A. Fumero et alter), defienden a machamartillo que "el que pueda, que no sepa; y el que sepa, que no pueda". Hay que confiar, pues, en el enlace entre los muy jóvenes y los envejecientes acelerados, para que el cambio en la cultura corporativa se produzca.

Aunque lo realmente importante es tomar consciencia de que, para quienes sepan utilizar la NET, y comprender que el cerebro personal es solo parte de un instrumento más amplio en el que la inmensa capacidad de formación, información, tecnología y comunicación que proporciona el ciberspacio constituye un marco de referencia en el que los más hábiles y más perspicaces para utilizarlo van a ser los corredores mejor situados en la carrera del futuro.

Al socaire: La Fundación Orange patrocina el libro Web 2.0 sin reparar en Gastos 1.0

Al socaire: La Fundación Orange patrocina el libro Web 2.0 sin reparar en Gastos 1.0

En la presentación del libro de Antonio Fumero y Genis Roca, Web 2.0, que presentaba la Fundación Orange -antes France Telecom- se consiguió una presencia multitudinaria.

Los autores atribuían la asistencia masiva a que al final nos iban a invitar a un cóctel -en el Hotel Urban, y muy bien servido e imaginado-, pero era solo una broma. El libro es muy interesante (los que habíamos tenido la fortuna de conocerlo al poco de salir del horno, lo sabíamos), y la recepción fue, en efecto, espectacular, pero el atractivo seguro del encuentro estaba en la personalidad y conocimientos de los autores y en la calidad de sus mentores.

Había mucha gente conocida por mí, y eso me demuestra que estoy en sintonía con esa onda atractiva de los surferos de la web, en donde andamos mezclados internautas de nuevo y viejo cuño: unos haciendo dobles piruetas mortales y otros estrellándose de narices con los patines y las artimañas de andar por casa.

Porque en la Web 2.0 hay categorías, claro, como en todo. En la primera división militan, como cerebros de honor, Fernando Sáez Vacas y Luis Arroyo Galán que estaban allí, y que eran venerados con especial devoción, incluso con algunas inclinaciones de cabeza respetuosas, que no en vano había muchos alumnos de ambos entre la grey.

Fernando tenía incluso bastante que ver con los entresijos del acto, pues había aportado algo más que una contribución especial. No se por qué no se sentó en la mesa de autores y habló, como bien sabe hacerlo. Es el autor de casi la tercera parte del libro y está citado en la bibliografía diez veces.Yo les saqué la foto cuando estaban juntos, hablando de quién sabe qué, y fui avisado por Antonio de que los progenitores de la web2.0 en España estaban de cháchara.

Me pareció que era obligado dejar constancia de su presencia en el evento. Les pillé por sorpresa, lo que justifica la cara de estupor del primero; el segundo, que está regalando su tiempo libre a la Fundación Cibervoluntarios, de la que es vicepresidente, acababa de eliminar por primera vez la mancha de grasa que se le había pegado a la camisa, lo que explica que la sonrisa se superponga a la sorpresa del ataque del paparazzi.

El mundo de la Web 2.0 que presentan Fumero y Cía es complejo, apasionante y tan dinámico que, para atraparlo, deberían haber parametrizado el desplegable de la cubierta, en el que hacen la foto-fija de ese espacio extragaláctico. Entre otros submundos, la Web 2.0 "promesa de una visión realizada: la red convertida en un espacio social" (copio a Antonio Fumero) tiene un escenario en el que yo mismo me he situado al escribir este Cuaderno, que es el de la blogosfera, o sea, las weblogs (esquina superior izquierda, según se abre).

Aunque, al parecer, hay más de sesenta millones compitiendo por captar la atención de los lectores (que, modestia aparte, somos fundamentalmente, para la mayoría lo constituyen nuestros amigos y nosotros mismos, pues tocamos a seis seguidores como media), algo me está diciendo desde que me metí en este campo que, el futuro pasa claramente por aquí. Yo puedo estar equivocado al poner a pasear mi ego por las weblogs, pero sesenta millones de personas, no.

Esta forma de "expresión, comunicación y socialización", como escribe Antonio, no tiene aún límites conocidos. Y bien se trate de un "multiformato de publicacion en la Web", como dijo el propio Fernando -supongo que en una de sus clases cultas en la ETS de Telecos- o una "herramienta de publicación para tontos", como arriesgó a escribir Alberto Knapp en La coctelera, tiene gancho hacia el más allá, que es donde ponemos nuestras vidas cuando tomamos una cerveza con los amigos.

 

Mucho y de gran interés es lo que en las páginas del libro Web 2.0 han escrito estos profesionales de la comunicación, casi venerados por los fieles que ocupan este santuario ateo, pero con muchos profetas y santones, de las neo-tecnologías. No les arredra ni su juventud ni lo movedizo de las arenas en que se mueven, y hasta, como explicó primero Genís y completó Jesús Encinar, que hacía de invitado, convencen de que se puede y debe hacer dinero manejando bien los hilos de Penélope 2.0.

Manuel Gimeno trató de poner en solfa con su ironía (como Antonio dijo que las páginas eran para romperlas, triturarlas, despedazarlas, criticarlas, puntualizó que eso se podría hacer con las de Fumero, ya que este lo autorizaba así), pero aconsejaba sobre todo leer el libro. Que, para los que no lo tengan en papel todavía, pueden bajárselo gratis de la red. Y que lo disfruten y apliquen.

Porque si hay que llenar de contenidos la blogosfera y no solo crear ruido en ella, en él se contienen montones de sugerencias.

A barlovento: Puertas Virtuales para entrar en el mundo real.

A barlovento: Puertas Virtuales para entrar en el mundo real. La idea de las Ferias Virtuales me parece estupenda. El visitante, desde su casa u oficina, en el momento y con la intensidad que le apetezca, se introduce en la oferta de ese escenario virtual y va visitando los diferentes stands que llaman su atención, recogiendo en su ordenador la información que le parece adecuada, y deja su tarjeta e impresiones en los sitios preparados al efecto. 

Cuando el destinatario preferente de la Feria es un estudiante o recién titulado universitario que busca su primer empleo (o quiere mejorar el que ha conseguido hace poco tiempo), los elementos de ese territorio virtual tienen que incorporar otros atractivos, y adaptar su oferta, sin duda, tanto desde la posición de las empresas, como de los universitarios.

Hay que explicar lo que cada empresa ofrece al candidato, con lenguaje adaptado -porque no se vende un producto específico, y se debe atender a la globalidad de la presentación, por ello-; se deberán presentar de forma atractiva las posibilidades de promoción y formación del joven visitante, seduciendo a los mejores o a los más adecuados.

Hay que saber orientar al candidato para descubrir las opciones de cada empresa, para que pueda  seleccionar la que mejor se adapta a su perfil, y, en muchos casos, enseñarle a confeccionar su currículum, chatear con él/ella on line, y darle la opción de mostrar suficientemente sus fortalezas.
 

En la blogosfera se están introduciendo las Ferias Virtuales como una forma dinámica, moderna, interactiva, de exponer todo tipo de productos. En el sector de la formación y del empleo universitario, una de las mejores que se celebran en el mundo (¿la mejor?) se está llevando a cabo desde el 19 de marzo y hasta el 1 de abril. Es la segunda Feria Virtual de Empleo y Formación para estudiantes universitarios y postgraduados recientes, que promueve Universia, la Fundación del Banco de Santander orientada hacia la Universidad. 

Son muchas las mejoras que se incorporan a esta edición, apenas unos meses transcurrida la primera Feria (en diciembre pasado), lo que da idea del dinamismo y creatividad de la iniciativa. En el primer día de la feria, más diez mil universitarios han visitado los stands virtuales; conocido las prinicipales empresas del país sin moverse de casa, y miles de ellos han dejado sus currícula al centenar amplio de empresas que exponen/se exponen en ella. En la cafetería virtual, si les ha apetecido, han charlado con otros visitantes en puro estilo de second life pero con la camiseta real puesta.

Un éxito de Universia, compratido con una empresa española de alta tecnología, Imaste-IPS, que ha sabido crear valores añadidos a partir de la creatividad, la ilusión y el empuje de sus más de 20 empleados, cuya edad media adivino que no superará los 25 años.

¿Se me nota el orgullo de padre, la satisfacción de reconocer, contra el pesimismo que a veces se nos cuela por los entresijos de una sociedad que parece aburrirse mirándose el ombligo, que hay, por fortuna, muchos jóvenes que se han preparado bien para el futuro, y han entrado con paso firme en él, incluso por las puertas virtuales?.  
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A barlovento: Buscadores o agregadores, ésa es la cuestión (Bueno, una de ellas)

A barlovento: Buscadores o agregadores, ésa es la cuestión (Bueno, una de ellas)

Cada día se producen multitud de hechos relevantes que me apetecería comentar. En mi afición gacetillera -ah, el síndrome del falso periodista urbano, que detectó en mí uno de mis nuevos amigos blogueros-, (ver Comentario en otro lugar de este Cuaderno) estaría sentado todo el día ante el ordenador, dále que te pego a la obsesión por afilar la noticia, hacerla mía, escudriñarla desde otro ángulo, tal vez.

Pertenezco, para mi mal, a la aberrante subespecie humana de aquellos a quienes nos interesa todo. Estamos en vía de extinción, por inmolación necesaria ante la cortedad de la vida humana y el aumento exponencial de la información disponible y al alcance de un clic del ordenador personal. Desde la consciencia del grave riesgo de supervivencia emocional que corro, pero incapaz de contenerme, igual me apasiona el tema energético que las gradaciones de delitos y faltas en el derecho comparado. Me entusiasma la naturaleza y la vida en el campo pero no puedo subsistir sin mi ración de teatro, mi paseo reposado por el museo (dos obras al día, como dosis máxima), mi contacto reverencial con el asfalto. 

Pero no quería hablar de mí, quería simplemente construir un marco para comentar la interesante presentación a la que asistí ayer, en los terrenos del antiguo cuartel del Conde Duque, en Madrid, hoy Centro Cultural de la Villa (1) . Se trataba de facilitar la selección de noticias sobre un tema que está en la cima de mis predilectos, la lectura.  Veía la luz un nuevo Agrupador o Agregador de buscadores, dedicado especialmente a editoriales, pero también válido para críticos y lectores empedernidos.

El llamado algo pretenciosamente Agregador Cultural  es un recolector de blogs que permite, a través de ellos, y utilizando las tecnologías RSS (Really Simple Syndication) encontrar instantáneamente las novedades de la bibliografía, avaladas por los críticos y comentaristas de más prestigio en la red. La selección inicial de los 50 blogs especializados corresponde a los creadores de la idea, que han rescatado del maremágnum informativo de la red sobre el mundo editorial las entradas y comentarios de mayor autoridad, pero esta agrupación básica puede ser individualizado con la intervención del usuario, que puede, y debe, combinarla con sus preferencias. 

El producto fue copresentado por Evoluziona, empresa en la que anda metido Angel María Herrera, y por Dosdoce.com, de la mano de Javier Celaya. No hago propaganda, sino reseña informativa, también como recordatorio para mí mismo y poder volver sobre el tema más adelante, porque hoy por hoy se trata, según sus promotores, de una oferta gratuita, en la que se atisba una fuerte adaptabilidad, por lo que la opción mercantil para los creadores parece estar enfocada a que los usuarios les contraten más adelante productos a medida, una vez enganchados al agregador y convencidos de sus opciones para ahorrar tiempo, trabajo y proporcionarles una plataforma publicitaria para las ediciones propias.

 

1) Que, dicho sea de paso,  fue propiedad no del de Olivares, sino del duque de Berwick y Liria, Conde de Lemos (1718-1785).

Al socaire: Comunicación y contenidos. Pirámide de autoridad

Ayer, 28 de septiembre, los miembros de la Comunidad empresarial Thursday se reunieron para cenar en AlNorte, después de la conferencia de Ismael El-Qudsi, ‘Search Manager’ de MSN y responsable de Live.com en Microsoft. Hemos hablado sobre muchas cosas. Algunas de las cuestiones suscitadas giraban en torno a la comunicación de información a través de la red, su fiabilidad, y la posibilidad de generar negocio y valores añadidos.

El ambiente informal y distendido que se genera en este intercambio de opiniones,  es terreno propicio para que se susciten reflexiones que no es tan fácil generar en los debates formales.

Algunas opiniones se centraron en la aún insuficiente madurez de internet para ofrecer de forma rápida una respuesta integral y fiable a algunos de las demandas del ciudadano normal: agencia de viajes virtual adaptada a las necesidades concretas del viajero que hace la demanda, compraventas fiables entre particulares, etc.

En la información que ayer mismo pude leer en el Eurobarómetro, los consumidores europeos han aumentado su confianza para realizar compras on-line, y más de la mitad de quienes tienen internet en casa han hecho alguna adquisición el pasado año (que equivale a un 27% de ciudadanos habiendo realizado al menos una compra en el período). Sin embargo, solamente el 6% de esos compradores se arriesgan a hacerlo a proveedores de otros países de la Unión distintos del suyo. La razón es, sin duda, la desconfianza en las webs de otros países, y el 68% creen que es muy posible que quien lo hace así pueda ser víctima de un fraude.

Otra de las líneas de discusión derivó hacia la información contenida en la red, y su fiabilidad. Esfuerzos como el de Wikipedia tienen alto interés y valor, pero carecen de entidad cuando se trata de obtener información especializada o tecnológica seria, y los datos están a menudo contaminados de opiniones políticas, errores interesados o versiones no contrastadas. Pero fue atractivo anotar que, si todo el mundo tuviera acceso a internet, y opción de comunicar libremente su información, al cabo de algún tiempo, podría alcanzarse un equilibrio dinámico, en el que los múltiples enlaces entre las páginas webs, y la clasificación de autoridad natural que los millones de opiniones y datos entrelazados formaran entre sí, acabaría construyendo una pirámide social de autoridades.

Algo de eso ya se empieza a vislumbrar cuando se está valorando el número de enlaces que se dirigen a un cuaderno de opinión, el número de entradas, o la cantidad de los comentarios que incluye y la autoridad relativa de los autores que los hacen.
Sin intención de resumir la informal tertulia, dejo igualmente constancia de la inquietud que algunos manifestamos sobre el excesivo tiempo que niños y adolescentes dedican a jugar con máquinas informáticas, y a resolver problemas ficticios y juegos sin relevancia cultural. Docentes de muy variados ámbitos han denunciado la escasa calidad de los conocimientos con la que la mayoría de los jóvenes acceden a la Universidad española.

Sin dejar de apuntar como principales culpables a la debilidad de la Logse, a la baja motivación del profesorado y a la crisis cultural del momento, las preguntas que quedaron en el aire podrían enunciarse así:

¿El gran potencial las redes telemáticas, en lugar de servir para transmitir preferentemente informaciones relevantes y contenidos culturales a los jóvenes, no se está limitando a poner en circulación fundamentalmente contenidos anodinos, e incluso perniciosos para la formación?.

¿Estamos ante una nueva manera de expresar la necesidad de amistad, comunicar, de relacionarse, que los niños y adolescentes estarían sintiendo de distinta manera a sus mayores, y sin que la trascendencia de los contenidos les importe?. Ello equivaldría a reconocer la banalización de la sociedad, la inmediatez de sus principios, y puesto que el homo sapiens informaticus no parece presentar ninguna mutación genética, habría que estar atentos a la evolución de ese desprecio sobrevevenido hacia su cultura e historia.

¿Nos hemos olvidado, en fin, de que, igual que no hace mucho se distinguía claramente entre ingeniero de sistemas e informático, sique siendo más importante tener algo que comunicar que saber cómo comunicarlo urbi et orbe?. Porque parece que lo más relevante no es ya saber quién lo sabe, sino que en un universo de confusión en el que se valora tanto al que sabe bien como al que sabe mal, los contenidos informativos corren el riesgo de ordenarse progresivamente al azar.

Al socaire: Las intenciones del los blogueros, y en especial, las mías

El 11 de mayo del 2006, el director de Times Newspapers, Paul Hayes, en una conferencia que pronunció en Londres, se refirió a los millones de blogueros o blogeros(individuos que escriben cuadernos informáticos, entre los que me cuento) con la intención de darles un varapalo. Desde la autoridad que le da, indudablemente, gestionar una publicación que recibe miles de entradas diarias, lanzó unos comentarios que deberían servir para  hacer meditar tanto a quienes rumian la idea de abrir un cuaderno informático, como, por supuesto, a quienes ya se están dedicando con más o menos ahinco a escribir cosas en  el suyo.

"Blogs will be a continuing part of content output, but only a relative few will be read beyond the narrowest of audiences. Most will disappear unnoticed and, frankly, unmissed by the world."

"Those who would endure were: "branded bloggers" (well-known writers or celebrities); "intelligent aggregators" (who make little comment but drive readers to other useful sites); "well-connected bloggers" (such as journalists, ex-politicians or specialists who uncover information); and "brilliant bloggers" (who attract readers with their prose and wit)."

Así que, si Vd. quiere resistir como blogero, y no es un famoso, ni un recopilador de buenas referencias en la red, ni dispone de buenos contactos (especialmente, por haber sido político o especialista en un tema, o es periodista en ejercicio),  no le queda otro opción que ser un tipo brillante, que atraiga a sus lectores con su prosa e ingenio, para que su blog no sucumba en el maremagnum de millones de competidores.

Aunque la provocadora clasificación del Sr. Hayes me era conocida desde el momento en que la difundió, pues no en vano la sensibilidad de los corredores informáticos (long-distance runners, A. Sillitoe) está siempre a flor de piel, solo me planteé su vigencia, una vez que me decidí yo mismo a ser blogero. Por cierto, que la palabra suena bien, tiene buenas vibraciones.

Desde que empecé a escribir este cuaderno, y, más significativamente, desde que puedo conocer las entradas que tiene mi página a partir de uno de esos contadores que se pueden encontrar en la red, -con el único riesgo de recibir un par de virus informáticos diarios más-, me planteé, en fin, porqué estoy escribiendo este cuaderno.

Debo indicar que la intención original fue la de convencer a mis colegas del Instituto de la Ingeniería de España (fracción Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible) de que era sencillo mantener una página como esta, y podría ser una forma excelente de expresar opiniones sobre temas de actualidad ambiental. Esa idea original quedó desplazada en su mismo origen, porque la práctica totalidad de mis colegas están ocupados en cosas más interesantes que dedicar unos minutos a escribir en una web de un compañero que solo van a leer cuatro gatos.

Este comienzo nada prometedor me sirvió para empeñarme en transformar la blog en una exhibición de mi polifacetismo, sacando del armario y de los cajones, poemas, dibujos, artículos y relatos varios, de la extensa producción de materia con mi huella impresa que he ido dejando en el camino.

Finalmente, mi progresiva madurez como blogero, y el consejo de varios hermanos mayores en esto de escribir para el mundo en general, me ha llevado a concentrarme más en los comentarios a una de las noticias más relevantes del día, con el sesgo de mi propia visión de ingeniero y jurista. Así han surgido las secciones de Al pairo, Al socaire, A sotavento, etc, en las que voy alternando mis opiniones.

En la intención de potenciar mi blog, vengo colaborando allí donde mis ocupaciones me lo permiten, con comentarios en otros cuadernos, tratando de llamar la atención sobre el mío. He pedido a algunos amigos que enlacen con mis páginas (como yo he conectado a las suyas), y estoy abierto a hacerlo con cuantos me soliciten la conexión, siempre que la calidad de su producto sea de nivel.

Porque lo que yo pretendo con este cuaderno es estar en contacto con mis amigos, y hacer otros nuevos. Disfrutar compartiendo y mejorando opiniones. Por eso, siempre es motivo de especial alegría encontrar el comentario de un amigo en estas páginas. Me anima. Pero si el comentario sensato viene de alguien hasta entonces desconocido para mí el subidón de adrenalina es enorme.

Aunque, si estiro aún más la reflexión de porqué escribo este cuaderno, lo hago sobre todo por el atractivo que tienen esos cientos de personas anónimas que han entrado en sus páginas, y me consta que se han tomado su tiempo en mirarlas. ¿Qué pensarán de mí, en qué habré podido influirles, qué les habrá gustado o disgustado más?.

Soy, al fin y al cabo, un comerciante de mis pensamientos e ideas, y a cambio solo pido el pan de aprobación que, aunque no se exprese con palabras, queda a salvo en el aire, como un duende.