Jugando en corto: Paul Wolfowitz abandona el Banco Mundial por Estética
Como se venía anunciando, Mr.Wolfowitz, Presidente del Banco Mundial, ha dimitido, y su marcha se hará efectiva a finales de junio. Su lucha contra la corrupción, era implacable. La ética presidía -de forma simbólica- todas las actuaciones de esa entidad multilateral que se empeña en hacer el mundo mejor prestando algo del dinero de los países ricos a los países pobres, con bajas tasas de nterés y largos períodos de retorno.
Esta preocupación, diríamos que neo-ética, impuesta por el Presidente del Banco llevó a suspender varios programas de ayuda a varios países africanos e incluso a un país eurasiático que les sonará a chino a la mayor parte de los norteamericanos y a un alto porcentaje de europeos, Uzbekistán. Su despreocupación profesoral por el atuendo (tal vez algunos recuerden sus calcetines rotos cuando se tuvo que despojar de los zapatos para visitar una Mezquita), y su prestigio intelectual, eran, para algunos, garantía de cambios de fondo en una institución que se acusaba de ser poco eficaz.
Wolfowitz no goza de mucha simpatía entre los directivos "clásicos" del Banco Mundial, un organismo en el que hay una gran producción de papeles, impecablemente redactados y adornados por gráficos y cifras contundentes, que elaboran funcionarios distinguidos y un elenco de profesionales con currícula muy largos.
Algunos tildan al Banco de retrógado, ultra-conservador y colaboracionista con el gran capital, y en ciertos foros. de esos que opinan sobre todo sin saber mucho, lo califican de inútil. Todos tendrán sus razones, que no razón. Es una fórmula más, de las muy diversas que se han inventado, para paliar algo las diferencias entre unos países y otros, ayudando, en especial, a que se tomen decisiones técnicamente fundamentadas. Que no es poco.
Yo soy consultor del Banco Mundial y no quiero que se vea que echo flores sobre mí mismo, cuando afirmo que en esta entidad he conocido magníficos profesionales, serios, inteligentes y auténticos currantes.
No me entero mucho de lo que pasa en Washintong, pero he visto a bastantes funcionarios de indudable élite intelectual embarrarse sus zapatos, echar una mano a operarios que no hablan inglés, para ayudarles a bombear agua en momentos dificiles, he colaborado con otros a hacer equilibrios sobre inutilizadas depuradoras de potables mal calculadas o nos hemos visto perdidos por andar sin mapas (que no existen) por carreteras endiabladas para convencer, después de trabajar día y noche de un fin de semana, a un alcalde de que había que apoyar el programa de desarrollo que le proponíamos.
Supongo que a Wolfowitz lo sustituirá otro americano. Pero puede ser un sitio muy adecuado para Blair, ahora que ha quedado desempleado y no creo que lo haga mal. Tendrá en cualquier caso que ser alguien que ocupó la presidencia de un país de la Unión Europea o haya sido ministro de alto nivel.
Y ahora se me ocurre: ya que los españoles están de moda en el mundo, ¿habrá algún español o española por ahí, bien situado para tomar el relevo, y pensando en que se trata de trabajar para países en cuyo pasado Europa ha tenido tanto que ver?.. Ah, pero se me olvidaba. A los gobiernos españoles no les interesa la colaboración con los organismos multilaterales. Así parece, al menos.
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