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El blog de Angel Arias

Tertulia en AlNorte: "Medio Ambiente: cuestiones abiertas"

Tertulia en AlNorte: "Medio Ambiente: cuestiones abiertas"

Este es el Acta de la cena Tertulia celebrada en el restaurante AlNorte (Madrid), el 7 de junio de 2004. Todos los primeros lunes de mes se viene celebrando una Tertulia en el local, y las actas se recogen en la web del restaurante: www.alnorte.es

 

En un atardecer agradable de final de primavera, los contertulios empezaron a reunirse ya a partir de las 20 horas 30 min en la terraza de AlNorte, en donde se hicieron las presentaciones de quienes no se conocían mientras se tomaba un refresco de bienvenida. La tertulia comenzó puntualmente a las 21h 30. El tema congregó en esta ocasión a 26 personas: profesores universitarios, gentes de la empresa y de la política, técnicos ambientales y ciudadanos interesados se dispusieron en torno a esta amplia mesa, y la conversación fluyó espontánea y clarificó posiciones, aportando datos y criterios de quienes están bien enterados del tema y son capaces de comunicar su posición sin circunloquios. Hizo de moderador Angel Arias, quien también redacta estas notas a partir de apuntes tomados a vuela pluma.

 

El menú gastronómico fue (25 euros, todo incluido):


Verduras y hierbas semitempurizadas
Quinua al estilo meloso con vegetales en capa de hojaldre
Tres variedades de soja preparada en salsa de cebollino y tomate
Verdel con tapenade de aceituna negra
Quenelle de crema de leche tostadaBebidas (refrescos, agua, y vino: Ibisate)

El menú pretendía ser un guiño tanto a la cocina vegetariana como a los productos originarios de países en desarrollo. Algún contertulio se interesó por conocer acerca de la quinua (o quinoa), gramínea de alto contenido proteico, venida en este caso del altiplano boliviano, y que el cocinero preparó con una sofisticada receta, que resultó especialmente sabrosa.

 

El  “guión tentativo” para la tertulia, que se había difundido previamente, fue:

 

-Elementos de carácter global. El adelgazamiento de la capa de ozono, la lluvia ácida, el cambio climático (efecto invernadero); el despilfarro de recursos; crecimiento de la población.  -Problemas ambientales de carácter nacional y local: La emisión de contaminantes, generación y almacenamiento de residuos peligrosos, (incluidos los nucleares), desigualdad tecnológica , pérdida de la diversidad biológica, deforestación, etc

-Escenarios de evolución previsibles. La urgencia de las medidas correctoras. El Informe Schwartz/Randall ("An abrupt climate change scenario...). Otras valoraciones-El deterioro ambiental: causas. Agentes económicos que utilizan el ambiente como materia prima (por ejemplo: industrias extractivas, la industria química y energética, turismo, etc.). -El ambiente y la vida humana. El ser humano como agente contaminante. Los residuos y la contaminación del medio físico, en especial, del suelo. -Cantidad y calidad del agua. Las soluciones técnicas: depuración, desalación, trasvase. - Repaso a las visiones del problema: tecnocéntricas, desarrollistas, comunalistas y ecologistas

-Medidas económicas para frenar el deterioro ambiental: permisos ambientales negociables, premisos zonales, permisos de emisión. Impuestos. Multas.-Medidas no económicas: formación, motivación, información, etc.-Soluciones técnicas correctivas paliativas (p.ej. modernización de instalaciones contaminantes, motores, empleo energías verdes, redistribución energética, recolocación industrial, empleo pacífico de la energía nuclear).-Análisis especial de la producción de energía, y de la valoración ambiental de las fuentes productivas. -La respuesta del consumidor. Derecho a la información. La capacidad de decisión como cliente.-Los acuerdos  internacionales, y en especial, el de Kioto. El compromiso de la Unión europea, costes, estado y realización-La respuesta empresarial: responsabilidad social corporativa. Los informes ambientales. El negocio ambiental.-La respuesta social por la vía de la criminalización: el delito ambiental.-Programa ambientales europeos (por ejemplo, Red natura 2000, Agenda 21, ayudas, etc)-El Crecimiento cero. -Otras opciones: El abandono del crecimiento. Los enfoques humanistas; la solidaridad y la ética ambientales.

 Asistieron al coloquio (además, obviamente, del moderador): Adoración Abella, Eloy Ignacio Alvarez Pelegry, Antonio Baena, María Jesús Bermúdez,  Carmen Burgos y sus compañeras de trabajo Isabel y Lola, Santos Castro, Rafael Ceballos, Ramiro Cercós, Elena Domínguez, Francisco Fernández, Jose Ignacio García Muniozguren, Marie Gasparik, Santiago Ibáñez, Marta Ibáñez Masip, Guillermo Koerting, Ricardo Manso,  Carmen Masip, Rafael Monsalve, Manuel Montoya, Curro Moreno, Isidre Sabaté y su esposa Paloma, y Fernando Sáenz de Santamaría.   

Desarrollo de la tertulia

 1. La situación del medio ambiente 

El moderador recordó las normas de la tertulia, y se refirió al loable propósito de construir una opinión colectiva sobre el tema. Ricardo, muy batallador desde el principio, manifestó –de forma simpática- su resistencia a dejarse guiar a una opinión común y defendió su derecho a discrepar. Angel justificó la pretensión aclarando que, en efecto, sería ingenuo pretender que personas de la calidad intelectual que siempre ponen de manifiesto quienes acuden a estas tertulias, vayan a dejar de mantener sus posibles puntos de vista para acomodarse a unas conclusiones apuradas. Lo que el moderador pretendía expresar es que, al desgranar las opiniones sobre un tema, las posibles contradicciones y diferencias pueden y deben –incluso en una tertulia de corta duración- quedar mejor matizadas para todos en el contexto general de una argumentación colectiva. De aquí también el posible interés de divulgar estas reuniones, no tanto por sus conclusiones (y por qué no) sino como uno ejemplo posible de reuniones en donde expresar opiniones sin tensión, entendiendo por ello mejor el por qué de las razones del otro.

 

En fin, para entrar en calor, el moderador empezó haciendo un repaso a los problemas sobre el ambiente que  ocupan la atención de los medios, tanto de información general como especializada. El panorama abarca desde la pérdida de la calidad del medio físico (aire, agua o suelo), la creciente deforestación, la disminución de la biodiversidad, al calentamiento global o al aumento de la desertización. Sin embargo, contrasta el diagnóstico común sobre la realidad del deterioro, con la debilidad de las medidas adoptadas, y la falta de apoyo de algunos de los países más ricos para incorporar de manera inmediata actuaciones serias de corrección. Como no tenía el propósito de adelantar conclusiones, se limitó a preguntar si creían que la situación medioambiental era realmente acuciante, o pensaban que las medidas de alto calibre podrían esperar.

    

Para Ricardo, la situación no sería tan desesperada como pretenden los ecologistas. “Se ha puesto de moda adoptar posiciones defensoras del medio ambiente, porque vende imagen”, y, en su ignorancia, una parte de la sociedad actual se ha creído que el desarrollo sostenible es mantener lo que hay, dejándolo intocado. Pero el hombre siempre ha heredado, generación tras generación, una situación ambiental determinada con la que ha debido convivir, y ha contado con la naturaleza para proseguir avanzando tecnológicamente, en su propósito de hacerse más libre cada vez de la servidumbre del medio, “que es lo que da la felicidad”. La libertad implica poder comer mejor, disfrutar de las máquinas y de todos los elementos que nos ayudan a tener la sensación de un mayor bienestar, y “no podemos olvidar que a lo largo de la historia el hombre ha demostrado permanentemente que puede sobrevivir en un medio hostil”. La mala noticia es, desde luego, que el hombre ha desarrollado esa mejora a base de sacrificar algo el ambiente, pero no ha sido el hombre la única causa de ese deterioro, ni siquiera la principal, y, por ejemplo, una erupción volcánica puede ser causante de más contaminación de CO2 de la que el hombre produciría en meses o años (hay erupciones que vierten hasta 330 t/día de CO2 equivalente).

Santos felicitó a Ricardo por su adaptación de los principios de la teoría marxista al análisis de las crisis ambientales, y dijo discrepar abiertamente de la confianza en la posibilidad del progreso infinito del ser humano. Seguramente Marx, dijo, hubiera modificado sus propias teorías, si hubiera conocido que el desarrollo de la economía capitalista iba a provocar tanta contaminación. Por su parte, el moderador quiso aportar una dosis de sistemática al expresar que la tesis expuesta por Ricardo se correspondía con las posturas llamadas tecnocéntricas y desarrollistas, de base antropocéntrica, y que consideraban al hombre como el centro de la naturaleza, con permiso para modificarla en su beneficio y que confiaban en su creatividad para solucionar los problemas derivados de de su desarrollo. La mayor parte de los contertulios, al criticar esa visión, se pueden considerar partidarios de las posturas ecologistas (en el sentido de Turner y otros)

 2. Argumentos antropocéntricos y ecológicos 

Carmen M entendía que el enfoque tecnocéntrico era parcial y, por ello, insuficiente. “El mundo es sistémico, y es resultado de un conjunto de relaciones causa-efecto”, que no se pueden delimitar a capricho. Cuando se quiere hacer una simulación, sin embargo, hay que seleccionar solo algunos parámetros y por ello no se podrán recoger los efectos de todas las variables, por lo que siempre existirá el riesgo de estar equivocado. Creer que el hombre es el centro del Universo y que tiene en su mano todas las soluciones podrá ser una elucubración atractiva, pero ingenua. Ricardo, en réplica, defendió que los avances técnicos son el núcleo central de la felicidad del hombre, y que la técnica nos ha ido haciendo más libres de los peligros que atenazan a la humanidad. “Incluso –ironizó- puedo creerme inmortal, porque puedo concebir la esperanza de que, algún día, la técnica descubra la manera de incrementar sin límites  la longevidad”.

 

Dori opinó que los argumentos antropocéntricos no están teniendo en cuenta la condición animal del ser humano, y se limitan a considerar los aspectos intelectuales o racionales, lo que es un grave error. “Existe una competencia inter e intraespecífica entre las especies animales, que las hace completamente interdependientes unas de otras, aunque algunas sean más inteligentes”, significando para todos los seres vivos una vulnerabilidad biológica si se modifica su biotopo.

 

Pero Ricardo no se rindió. “La teoría de la evolución sirve para explicar el desarrollo de las especies (sean plantas o animales) únicamente hasta la aparición del hombre, con lo que acabó la evolución espontánea, y a partir de ahí se produce una revolución de claras consecuencias genéticas”. Tomando la palabra, Antonio B. fue de la opinión de que ese tipo de discursos  parecerían plausibles hasta principios del siglo XX, en el que el desarrollo tecnológico de la Humanidad ha sufrido un salto brusco, como consecuencia de la conciencia ecológica. A partir de ese momento, superando las teorías que defendían el crecimiento económico sin límites, somos perfectamente conscientes de que los recursos naturales no son infinitos y, además, debemos ser receptivos a que solo unos pocos los utilizan y en su propio beneficio. “Si el ritmo de consumo de recursos de los países mas desarrollados fuera seguido por todo el planeta, la presencia del hombre sobre la tierra sería inviable”.

 

Santos, por su parte, quiso referirse a otro aspecto, en su opinión, sofista de las tesis antropocéntricas, en el sentido de que para él resultaba inadmisible la secuencia argumental de que “los problemas se crean porque el ser humano es inteligente, pero por fortuna tenemos la capacidad para solucionaros”. Por el contrario, defendió que “la solución está en no crear los problemas”. Es imprescindible poner un límite a nuestra actual generación de problemas, muchos de ellos gravísimos, específicamente en el campo ambiental, “ya que no resultan estimulantes para la especie humana. La Humanidad debe encarar su futuro con una nueva responsabilidad”.

 

Guillermo, acercándose a las tesis antropocéntricas. se preguntó si el deterioro ambiental es real o se ha generado como una moda para dar ocupación a algunos colectivos. Puso el ejemplo personal de su conocimiento de Rusia, que visitó en los años 50 y recientemente, “con una diferencia –positiva- enorme”. Ricardo, sintiéndose apoyado, reiteró el criterio de que se creaban alarmas interesadas por algunos sectores. “Hace 30 años estaba de moda hablar de que las reservas de mineral de hierro se iban a agotar en pocas décadas y de que nos faltaría acero para nuestra técnica, pero aparecieron otros productos y se aumentó la resistencia de los laminados.” Concluyó que estaba convencido de que la mayor parte de las alarmas ambientales provienen de intereses sociales o económicos y no de fundamentos científicos serios.

 3. Principio de precaución. La percepción individual del deterioro 

Elena precisó que no se estaba poniendo en duda la hipótesis de que el hombre es un ser inteligente, sino la circunstancia de que, precisamente por ello, debe tener preocupación por el medio ambiente, que es el entorno en el que vive. Y aconseja utilizar un principio pragmático: “Ante lo desconocido, precaución”. Completó la idea con los siguientes argumentos: “Nuestro conocimiento actual de la realidad nos permite afirmar que no sabemos lo que puede ocurrir en 10 o 20 años. Necesitaremos como ahora, por supuesto, comer y respirar, y podemos estar seguros de que nuestra especie correrá grave peligro si el ambiente se sigue deteriorando al ritmo actual”. Quiso llamar la atención “de los hombres presentes” respecto a un tema puntual, entre los muchos alarmantes que podría haber elegido: “la baja calidad de los espermatozoides de los varones actuales”. La causa de esa pérdida de poder generador está en la contaminación. La humanidad y el conjunto de los seres vivos están amenazados, y existen síntomas claros. El sexo de muchas especies está derivando hacia lo femenino. “Podemos permitirnos dudar de si es consecuencia de los avances tecnológicos o de causas naturales, pero los análisis científicos demuestran que algo está afectando a los alimentos y a los seres vivos, y cuando nos planteamos responsablemente sobre el legado que dejaremos a nuestros sucesores, cabe actuar introduciendo la precaución, que nos es lo mismo que crear alarma. “¿La situación del ambiente es muy grave? –se preguntó-. No lo se. Pero es desconcertante, tiene elementos desconocidos hasta ahora. Hay por tanto que ser cautos, y recabar más datos.”

 

El moderador indicó, por su parte, que a escala individual, la mayor parte de los coetáneos podían hablar del deterioro de su entorno inmediato. “Hace 40 años, puedo afirmar, por mi propia percepción, que el ambiente común estaba más limpio: aunque había ríos contaminados que se han recuperado, o paisajes hoy regenerados, la naturaleza como conjunto tenía menos presión. Había más riqueza y variedad natural”. Pero la conversación derivó en este momento hacia la reflexión acerca de si había que negar, entonces, el avance tecnológico, recogiéndose varias intervenciones.

 

Elena reaccionó con rotundidad. “En absoluto. Cuando hablamos de la prudencia en la aplicación de la tecnología, no se está diciendo que no a nada concreto. Ni al empleo de los microorganismos ni a la energía nuclear, por ejemplo. Tenemos herramientas para estudiar los efectos, pero debemos actuar con tiento. “

 4. Intereses económicos y nuevos riesgos empresariales. Externalidades. 

Sobre los intereses que subyacen en el planteamiento ambiental, Santos puso de manifiesto que frente a los intereses ecologistas, estaba claro que en el tema del medio ambiente se movían fuertes intereses económicos. “Por eso, que nadie pueda hacer negocio con el ambiente, es la otra alternativa para el desarrollo colectivo.” Pero también estuvo claro para aquellos contertulios que se expresaron, la presión ecologista había incorporado avances tecnológicos, favorecido la investigación aplicada ambiental y reducido el coste de algunas soluciones ambientales o mejorado el control de instalaciones contaminantes. Hubo una condena explícita a cualquier tipo de negocios ilegítimos, en los que se utilizara el ambiente en contra de la legislación. Un interviniente indicó que la valoración del riesgo ambiental ha cambiado en los últimos años de forma muy importante, afectando al mercado y comprometiendo la viabilidad de algunos negocios, que ahora ya no estaban regidos simplemente por las leyes clásicas del mercado sino por factores que, en algunos casos, no eran de fácil apreciación por parte del empresario, introduciendo nuevos riesgos a las decisiones empresariales.

 

Ignacio dijo que era necesario no perder la referencia del origen de la preocupación ambiental actual, que tuvo que ver con el análisis de las limitaciones al desarrollo y la preocupación por eliminar la pobreza, desde la Conferencia de la Biosfera en París en 1968 o  las reuniones del 71 en Suiza. “El estudio de los problemas del desarrollo los llevó al medio ambiente”. En ese proceso, los ciudadanos fueron adquiriendo conciencia ambiental, preocupándose por producir menos residuos, reciclar, no contaminar, loque llevó en los 80 a incorporar una fuerte regulación ambiental sobre la industria, acortando sus márgenes de beneficio, al obligar sucesivamente a incorporar externalidades, traducidas en límites superiores a la contaminación soportable. En la actualidad, la preocupación ya no son los límites admisibles a los contaminantes, sino la forma de integración sostenible de las industrias con los subsistemas en los que las instalaciones están situadas. Pero, como el valor de nuestro ambiente es potencialmente infinito, cuando incorporamos al problema todas las inseguridades, y otras confusas, como el cambio climático, podemos provocar la parálisis de nuestro sistema económico. Por ello, en su conclusión, “habría que retornar el debate a los orígenes”, centrando la preocupación sobre el desarrollo y la pobreza.

  5. ¿El hombre no es la causa principal del deterioro ambiental? 

Rafael Mons. no pretendió entrar en valorar los datos disponibles, que aceptó como buenos. “La cuestión acerca de cómo corregir el deterioro ambiental es dilucidar hasta qué punto el hombre ha sido la causa” y, por ello, si está en su mano corregirlo. La opinión científica es que estamos en un período interglaciar, y que el calentamiento global no tiene por causa única ni más significativa al hombre.

 

Santos no compartió esa visión acomodaticia. Expresó que hay múltiples indicadores de que el hombre actúa deteriorando su entorno. “Según la FAO, por ejemplo” –acudiendo a un ejemplo que ya había citado en otra tertulia- “hace un siglo el 90% de los que consumíamos correspondía a 100 productos, en tanto que hoy ese porcentaje se cubre solo con 10, y esa restricción de nuestra dieta ha provocado drásticos cambios en la superficie agraria”.  Carmen M., abundando en la idea, dijo que no hacía falta revisar a Milankowitz (defensor de la idea de que las glaciaciones tienen su causa en la excentricidad y la inclinación del eje de giro de la Tierra) para tener la idea clara de que el hombre está influyendo terriblemente sobre la aceleración de los ciclos. (1)

6. Cambio climático
Con la intención de aportar nuevos elementos, el moderador hizo referencia a Paco Ayala, quien no había podido asistir a la tertulia pero había remitido su trabajo sobre el cambio climático (Ayala-Carcedo, F.J. 2004. “La realidad del Cambio Climático en España y sus principales efectos ecológicos y socioeconómicos”. Revista del aficionado a la Meteorología, 21, www.meteored.com/ram/numero21/ . ). Paco había analizado los datos de 38 estaciones meteorológicas españolas para concluir que el cambio climático parece haber comenzado ya en España. En síntesis, el trabajo analiza que la temperatura media en la península había subido 1,53º durante 1971-2000: 1,53 ºC. por lo que puede llegarse a mediados de siglo a una subida mínima respecto a 2000 de 2,50 ºC y probablemente a los 3,5 ºC. La tasa anual de subida del mar en Alicante se ha multiplicado por 3 en la década 1990-2000 (3,875 mm/año) respecto a la década 1980-1990 (1,345 mm/año). Otros datos avalan que aumentado el número de días con temperaturas superiores a 25º o ha variado la duración de las estaciones. Los efectos sobre la agricultura, sobre el bienestar humano en general, son enumerados en el artículo. Finalmente, y para apoyar las consecuencias de algunos efectos, el moderador puso de manifiesto que la subida media del nivel del mar nos afectará de manera muy importante, ya que un 60% de los asentamientos humanos se encuentran a menos de 20 km de la costa.

7. La evolución de las necesidades. El eje norte-sur 

Marta –la benjamina en la tertulia del día- expuso, por su parte, que la valoración de los problemas ambientales nos lleva al recurrente tema de los ejes norte-sur. “No hay recursos suficientes para conservar el medio ambiente, deteriorado sobre todo por los países del norte”,  y que es un recurso necesario para el desarrollo de los países del sur. Aunque haya habido cambios climáticos siempre, nuestra avidez por el consumo los ha acelerado y si  queremos que la humanidad siga existiendo (y se supone que queremos), está de acuerdo en interpretar que los indicadores nos  obligan a ser mas cautos en el enfoque de nuestro desarrollo.

 Antonio, además, señaló que nuestro análisis no debe ser estático, y que debemos tener en cuenta que las sociedades han ido evolucionando: Los conceptos de bienestar y desarrollo no son iguales hoy que hace siglos. Pero los datos disponibles no tienen todos una calidad irrefutable. “Sobre el cambio climático son controvertidos, hay razones para creer tanto para pensar que se está produciendo, como que no. Por ejemplo, la mayoría de las estaciones metereológicas están ubicadas en las ciudades, y hay que excluir los efectos de la “isla de calor” de las grandes aglomeraciones“. (Por cierto, el trabajo de Ayala indica expresamente que se han realizado estas exclusiones).

8. El ecologista escéptico
Ignacio manifestó que en la actualidad tenemos –al menos desde el mundo desarrollado- más sensación de confort, y ello tiene su origen en un mejor control del clima. El aire acondicionado, o la calefacción. son equipamientos de uso generalizado que llevan a toda la sociedad occidental una idea de bienestar, que no de preocupación, respecto al clima. Las inquietudes por los fenómenos del calentamiento climático está desencadenando la adopción de medidas muy caras para el desarrollo, y muy poco efectivas. Recomendó la lectura de El Ecologista escéptico  (Bjorn Lomborg, Espasa Calpe, publicado en octubre del 2003 en España, 552 páginas). Utilizando modelos estadísticos y multitud de datos, y entre muchas otras reflexiones sobre lugares comunes ecológicos, Lomborg aplica la combinación coste-beneficio al calentamiento de la Tierra. Admitiendo que las temperaturas suban en el siglo XXI en torno a 2,5°C por las emisiones de dióxido de carbono, como indica  la Comisión Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), ese aumento supondría  un coste de 5 billones de dólares, que recaería fundamentalmente sobre los países en vías de desarrollo.  Pero aplicar el protocolo de Kioto, probablemente reduciría el calentamiento solo unos 0,2°C, y con costes similares: 5 billones de dólares.  

“Todo este esfuerzo, resaltó Ignacio, serviría para retrasar en apenas 6 años el aumento de temperatura”. En fin, en su opinión, es necesario disponer de datos fiables, pero también analizar seriamente el alcance de las medidas que se propongan. Por ejemplo, el cumplimiento de los compromisos de Kioto no es un tema asumido por las empresas, sino un acuerdo entre Estados. España pretende concentrar las medidas en algunos sectores (causantes de apenas el 50% del CO2 equivalente), y realizar el reparto de las cuotas de contaminación perdiendo la visión global del interés de Estado.

 

La intervención de Ignacio coincidió con el cambio de orientación en el objeto de las reflexiones, que pasaron a concentrarse en las desigualdades entre los países y su corrección, aunque antes de pasar a esta nueva fase de la tertulia, Santos apostilló que  “a riesgo de ser considerado primario, deseaba utilizar un argumento ad hominem y compartirlo con todos los que tuvieran más de 50 años: la naturaleza se ha deteriorado manifiestamente, y el progreso ha sido causante del cambio del clima: tenemos más lujo, pero hay hoy más sequía, más calor, más contaminación, más tormentas inesperadas que cuando éramos niños”.

 

Santiago recordó el consenso de la Comunidad científica internacional sobre la realidad del cambio climático y la necesidad de tomar medidas. Continuamente se conocen más datos. Por ejemplo, la Fundación para la Gestión del Medio Ambiente (Fungesma) celebró el pasado 5 de mayo una Jornada sobre el Cambio climático y las repercusiones sobre la salud, y, una vez  más, estuvo claro que la discusión no es ya académica acerca de si el calentamiento se produce o no. Encuentra falta de seriedad, con cotas de cinismo intolerable en algunas actitudes oficiales de países ricos. La comunidad internacional debería encontrar mecanismos para obligar a los países a que respeten acuerdos necesarios y coherentes, como el de Kioto. Entiende que es un crimen contra la humanidad que países como Estados Unidos y Rusia se nieguen a reducir sus emisiones contaminantes apelando a que no pueden renunciar a su propio desarrollo, y es igualmente lamentable que los países ricos “se permitan el lujo” para limpiar sus conciencias de comprar permisos de aumento de temperatura causada por el CO2 a los países más pobres.

 

Santos denunció que estas medidas parciales provocarán un aumento de la deslocalización de las producciones contaminantes hacia los países pobres, ya que en ellos seguirá siendo más barato contaminar. Ricardo, defendiendo las posiciones desarrollistas, argumentó que no podemos aspirar a tenerlo todo: no podemos compatibilizar máximo bienestar y duras  limitaciones a la aplicación del desarrollo técnico. “Por ejemplo, tanto para suplir las necesidades de energía como para la escasez de agua potable existen hoy soluciones técnicas: la energía nuclear y la desalación. ¿Por qué no las adoptamos?”

 9. Escenarios geopolíticos del cambio climático 

Sobre los efectos del cambio climático, y haciendo abstracción de sus causas, el moderador pretendió que se hablara de las valoraciones político-económicas, a escala global, y remitió al informe de Schwartz/Randall (" An Abrupt Climate Change Scenario and ts Implications for United States National Security “, de octubre de 2003). Aunque en España se difundió, inicialmente a través de la Vanguardia, que el Informe había sido mantenido secreto, en realidad fue entregado a la revista Fortune en febrero de 2004 y puede encontrarse en internet sin ningún problema (http://www.ems.org/climate/pentagon_climate_change.html#report).

 

El informe no pretende ser una predicción, pero define un escenario probable, analizando las consecuencias del cambio climático en un horizonte tan cercano como 20 años, desgranando los efectos de las tensiones por la lucha por el agua y los alimentos entre los países más poblados de la Tierra, con especial consideración hacia los efectos que en los  Estados Unidos puede provocar esa crisis mundial.

 

Rafael C., que dijo haberse leído disciplinadamente el informe que había recomendado el moderador –y que, por otra parte, se mantuvo vigilante sobre el cumplimiento de otros aspectos de la cena-tertulia- investigó sobre la personalidad de Schwartz, uno de los autores, para constatar que se trata de una persona prestigiosa, ingeniero aeronáutico, independiente, y presidente de la Fundación Global Business Network, cuyas previsiones matizadas se vienen cumpliendo. Desde su posición de preocupado por los temas ambientales, (y especialista en el sector), propuso adoptar como máxima el principio de “pensar en global y actuar en lo  pequeño”. Sin definirse como pesimista respecto a la evolución del ambiente, cree necesario que se adopten medidas, atendiendo cada uno a su esfera de posible actuación, sin demorarlas ni esperar a que otros adopten las suyas.

 

Dori no estaba de acuerdo en que se viera una actitud catastrofista o pesimista en los análisis que urgían a tomar medidas contra el deterioro ambiental. La base de actuación es realista, y no podemos hacer caso omiso de las causas, ni dejar de tener en cuenta las previsiones sobre los efectos que provocará el desarrollo incontrolado. Refiriéndose a un ejemplo marginal en el contexto de la tertulia, pero que entendía que podía ilustrar esa idea, indicó que la incorporación de los nuevos genes aportados por la inmigración a la población española actual se notará, sin duda, dentro de 20 años, cuando nazcan suficientes hijos de parejas genéticamente mixtas. La consecuencia no tiene que ver con estar a favor o en contra de la inmigración, ni sobre sus efectos positivos o negativos, es una previsión lógica de la interactividad de dos poblaciones genéticas que hasta ahora estaban separadas.

 

Santos, descendiendo desde el Olimpo de los deseos a la pragmática realidad, puso por su parte de manifiesto que las actuaciones internacionales se atienen a reglas de comportamiento, y no precisamente altruistas, a las que se ajustan las actuaciones políticas. Tomó el caso del agua, que es y ha sido el causante histórico de multitud  conflictos geopolíticos. “Hoy tenemos una guerra causada por el agua, que subsiste aunque en el 95 se había llegado a un acuerdo palestino-israelí sobre el uso del agua en la zona. Los altos del Golán no se devuelven porque son vitales para la  aportación de agua en el área”. Contó Santos su experiencia personal cuando, acompañando a la empresa Tragsa, especialista en el aprovechamiento eficiente del agua para regadío, estuvo en la zona para concretar un contrato de colaboración que no fue posible por disensiones localistas sobre la propiedad y uso del agua.

 10. Recursos renovables y no renovables. El agua 

Curro encuentra la conversación que estamos manteniendo muy seria e ilustrativa, pero entiende que deberíamos centrar el debate distinguiendo entre recursos renovables y no renovables. La tecnología ha demostrado que es posible cambiar la fuente de recursos, cuando estos corren el riesgo de agotarse, para darles tiempo a regenerarse. Pero esto vale únicamente como filosofía para los renovables. Y es allí donde resulta lamentable que se produzca en la actualidad un despilfarro, como es el caso de la caza, a la que una explotación irracional no da tiempo en muchos casos a que las especies se recuperen. “El agua es un tema que en los debates se encuentra en general mal ubicado, ya que si consideramos el agua salada, ocupa más de un 60% del planeta. Lo que no impide tener en cuenta que se trata también de un bien disperso en cuanto a su ubicación geográfica y temporal: por ejemplo, en España, sobra en la cordillera cantábrica o en zonas de Galicia y escasea en la meseta. Tenemos soluciones técnicas, como es el caso de la desalación, si hacemos abstracción de los costes”. No quiso entrar en polémica respecto al coste del agua desalada, pero no se privó de dar un consejo surgido de su experiencia profesional: “la explotación de las desaladoras es con seguridad más cara de lo que se dice, porque las constructoras no suelen incluir correctamente los costes de explotación; y por eso los concursos de adjudicación deberían abarcar tanto la construcción como la posterior explotación”. Para él, como para muchos, la falta de agua localizada en España obliga a pensar en la necesidad de aplicar nuevas tecnologías.

 

Angel no dejó pasar la ocasión de indicar algunos precios orientativos. El coste de generación de agua en desaladoras ha experimentado un fuerte descenso, causado sobre todo por el menor coste y la mayor duración de las membranas (en la opción de ósmosis inversa), pero está vinculado al precio de la energía eléctrica y a la valoración de las externalidades. En un escenario actual, de energía eléctrica subvencionada, el agua procedente de las desaladoras cuesta entre 30 y 50 céntimos de €. La externalidad más importante es la producción de salmuera, ya que solo el 40% del agua es utilizable para usos potables.

 

Quizá, en España, el tema más dramático en relación con el agua es la falta de un consenso político sobre las soluciones, que lleva a vincular, por ejemplo, la solución “trasvase” al PP y la “desalación” al PSOE, lo que, en opinión del moderador, es una polarización técnicamente inexacta y políticamente desconcertante. Antonio glosó el uso político partidista del tema del agua y la ignorancia sobre los costes y las repercusiones de las soluciones, afirmando que se había hecho temperamental y en parte cínico un debate que debería ser de solidaridad y objetivo. “Es imprescindible un consenso en ese tema sustancial”. Como resaltó, las repercusiones de la decisión sobre el Plan Hidrológico Nacional afectan a explotaciones agrarias, seguros, economías zonales, y no pueden dejarse las decisiones a juicios de oportunidad de vigencia temporal.

 11. El tema agrícola. El trasvase del Ebro y el debate social 

Santos resaltó que hay mucho que analizar para llegar a la verdad del tema agrícola. Por ejemplo, una tercera parte de la producción de algunos productos agrarios es destruída anualmente para sostener los precios. No es tema de esta tertulia, dijo, “pero la PAC tiene un vicio de planteamiento original, pues fue creada para defender al campesino francés (conservador)”. Las consecuencias que se provocaron en otros países con otro tipo de economía agraria –como es el caso fundamental de España- han sido muy graves, y negativas para el sector.

 

Maria Jesús está convencida de que el mayor debate social, la más intensa participación de la ciudadanía en los temas, y la transparencia en la comunicación de información, evitarían muchas decisiones equivocadas o movidas por intereses oscuros. Tomó el ejemplo del trasvase del Ebro y de sus beneficios. “¿Qué se quiere hacer con el agua del Ebro en Murcia?. ¿Regar campos por goteo o valorizar superficies de secano cambiando sus cultivos? ¿La mayor aportación de agua a la costa va a suponer una mayor presión demográfica en ella, atrayendo el asentamiento de jubilados centroeuropeos?”. Criticó que las soluciones al tema del agua parecieran reducir la cuestión a llevar una tubería de un sitio a otro. Los temas del medio ambiente obligan a ser trasparentes y a cambiar la mentalidad, y, ante todo, a apoyar la solidaridad de la especie humana.

 12. El precio real del agua como bien social 

Curro puso de manifiesto que España ha experimentado una gran evolución en los últimos 40 años, y que ello ha sido consecuencia de un cambio de mentalidad que no fue fácil de conseguir. Cuando fue presidente de la Comisión de tarifas y precios del agua, se pretendió que el agua tuviera un precio real, ajustado al coste, y no político, en similitud con el programa francés “verité”, ya aplicado allí con éxito. En esas negociaciones con los agentes sociales, apareció de manifiesto que el “agua potable es un bien económico y el agua residual un bien social”. A nadie parecía importarle que el agua que se perdía de vista estuviera más o menos contaminada, e individualmente las familias no querían pagar por su recogida y tratamiento. Haciendo una traslación de argumentos, dijo entender que para muchos aragoneses, el Ebro es un bien de Aragón, porque nace y muere allí.

 

Angel opina que, en relación con la renta per cápita, el agua podía considerarse en unos casos como un bien social y en otros como un bien económico. En países con 20.000 dólares de renta, pagar 150 dólares al año por el agua es una minucia, pero la misma cantidad para una renta de 1.000 dólares anuales supone una ruina. La defensa de imponer un precio justo al agua (en relación con el coste) tiene un interés muy relativo en los países pobres, por lo que actúa de limitante al desarrollo y de foco de tensión social. El caso de España hace 40 años era muy especial, porque existía un déficit de gestión urbana de agua pero la población podía pagar por la mejora.

 13. El riego de los campos de golf 

Guillermo, declarándose golfista, quiso poner la luz sobre el supuesto despilfarro -dijo- que supone regar los campos de golf. “No se considera que los campos de golf crean empleo y permiten aprovechar terrenos baldíos, además de mejorar el paisaje. Por otra parte, la mayor parte de los campos se riegan con agua residual.” Los contertulios que intervinieron sobre este tema abundaron en que el debate sobre los campos de golf puede ser un falso problema, si se cumpliera estrictamente la legislación, al menos en España, en cumplimiento del artículo 38 de la Ley de Aguas (29/1985) y en donde muchas CCAA han legislado al respecto. (ver: http://www.igme.es/internet/web_aguas/igme/publica/sim_aguas_almeria/comunicacion4.pdf  :

Las aguas subterráneas y los campos de golf: una aproximación integradora”.de López-Geta,  y otros, en el que se indica que la media de consumo de un campo estándar de 18 hoyos (40-45 ha), es de 1.500 y 2.000 m3 /día en los meses de máxima irrigación (3) 

Santiago y otros contertulios son partidarios de exigir que se cumpla la legislación y alertar de que no se caiga en la trampa dialéctica de pensar que actividades como los campos de golf crean empleo y beneficios en las comunidades que los soportan, ya que generalmente forman parte de un paquete ofertado por operadoras turísticas cuya sede está en otro lugar. También admitieron que el problema de los campos de golf es un problema menor, frente a despilfarros como el del riego por encharcamiento de las tierras agrarias, que en Comunidades como Valencia supone más del 20% de la producción, realizándose además por instalaciones obsoletas y con graves pérdidas.

 14. Las siete hermanas y la polución tangible. 

Isidre, en su intervención, alertó sobre la influencia interesada de los cartel respecto a los precios de las materias primas. El petróleo se mantuvo a 10 dolares por barril Brent desde los años 20, hasta que las “Seven sisters” (Exxon, Gulf, Texaco, Mobil, Socal, BP y Shell) comenzaron a divulgar la creencia de que escaseaba para provocar el alza, con lo que pasamos a 35 dólares, y aunque se descubrieron nuevos yacimientos en Alaska y el Atlántico norte, y se incrementaron las reservas conocidas, el precio nunca bajó. Isidre extrajo una conclusión que él mismo calificó de polémica: “el medio ambiente es también producto del marketing, aunque no strictu sensu. Las modas y los grupos industriales y de presión económica, crean nuevas necesidades. “ Para él, los problemas de la contaminación, son de dos tipos: los relativos a la polución tangible, mediata, y los provenientes de la intangible, mucho más delicados, porque ni se ven ni se palpan por la ciudadanía. Las cementeras, por ejemplo, que todos conocíamos como grandes contaminadoras, no son hoy un problema, con su producción de contaminación tangible controlada. Y puesto que Santos empleó argumentos ad hominem, dijo, utilizando el mismo recurso, que en su experiencia, cuando él era niño tenia más frío en invierno y más calor en verano.

 

Pero para no hablar más que de lo que conoce mejor, prosiguió Isidre, se refirió al campo de los residuos. Cree que las crecientes sofisticaciones técnicas provienen, no solamente de la necesidad ciudadana, sino de la presión por  encarecer el producto de los proveedores técnicos, ofreciendo más calidad puesto que los ciudadanos pueden pagarla. Así que el margen hasta el máximo tecnológico o la mejor tecnología disponible varía de país a país: por ejemplo, en España no hemos alcanzado ni el 20%  de  lo que se está haciendo por la clasificación y tratamiento de residuos en Alemania.

 

Elena incidió sobre esta “perversión de la técnica”. Los países de la Unión Europea, por ejemplo, deben cumplir con un plan de depuración de aguas residuales en las zonas urbanas y sensibles (de más de 5.000 habitantes equivalentes) que obliga a cuantiosas inversiones y que es un estupendo modo de colocación de ingenieros, especialistas y operarios. Cuando se habla de que el medio ambiente crea empleo, vino a decir, se está considerando también la capacidad de una sociedad contaminadora para transformar sus residuos y despilfarros en actividades de saneamiento ambiental.

 15. La política de la Union Europea en la conservación de sistemas 
La introducción de la Unión Europea en el debate, sirvió a Dori para afirmar que la UE no tiene claro el concepto de explotación y conservación de los sistemas. Por ejemplo, financia la producción de leche, pero sin apoyar la diversidad de pastos. Se ha favorecido así una ganadería intensiva, en lugar de favorecer actividades extensivas. El presupuesto de la Unión no ha variado apenas, entre el 1,27 y el 1,25% del Pib y las argumentos en cambio se han modificado al antojo de las presiones económico-políticas. Ahora se pretende que sirva para recolocar en las zonas rurales a los campesinos a los que, en países como España, se ha incentivado para marchar. Decididamente, no se debería seguir apoyando la mayor producción, y es un error destinar a una PAC así concebida el 45% del presupuesto comunitario, financiando una política excedentaria, para descubrir tardíamente y mal que el desarrollo rural es lo importante y cuando hay otros productos, como los cítricos, que nunca han recibido ayudas de la Unión. 

Algunos contertulios (entre ellos, Dori, Santos, Santiago) se detuvieron en este momento en poner de manifiesto algunas de las incongruencias de las ayudas comunitarias. “No se puede poner en la misma balanza las necesidades de la reina de Inglaterra, que es, como propietaria de la mayor cabaña ovina de la Unión, quien más subvención recibe por sus ovejas, que al campesino que tiene tres docenas para su subsistencia. Sin embargo, la subvención se realiza per cápita, sin establecer coeficientes reductores según el número de cabezas del rebaño”. La Unión pretende ahora reiventar el turismo rural, después de haber lanzado un disparo contra la línea de flotación del ganadero-agricultor familiar. 

16. El control de la contaminación y el crecimiento 
Como respuesta a la pregunta del moderador acerca de si la introducción de fuertes medidas de control de la contaminación no vendría a perjudicar el crecimiento español, Ramiro intervino para apoyar, desde la perspectiva de España, el acierto de tomar medidas de corrección del cambio climático. Para él, habría que trabajar en dos planos: mantener el mejor modelo de medio ambiente para España y unirse a las medidas generales de corrección. Hay datos incontrovertibles: la desertificación avanza en España a un ritmo del 63% anual y desde hace al menos una década hay indicaciones de que el cambio climático se está produciendo.

Por ello, es imprescindible introducir en ls empresas el control ambiental. Se refirió, por ejemplo, a la ISO 14031 "Guías para la evaluación del comportamiento medioambiental" y apoyó la actuación de empresas especialistas en esa valoración y establecimiento de medidas (Se refirió, específcamente a Randa Group). A escala mundial, la masa polar ha disminuído velozmente desde los 80, falta nieve en las cumbres mayores, desaparecen especies. Tenemos tecnologías útiles que no se aplican y no actuamos solidariamente. Los debates son casi siempre interesados: hablamos del agua del Ebro, pero nadie se preocupa del agua del Duero. Plantamos árboles en unos sitios, pero la masa forestal pierde densidad y valor ecológico. Ramiro cree que hay que aumentar la presencia de España en los foros internacionales. No debemos conformarnos con las visiones optimistas. En el 2050, 23 países tendrán problemas del agua y está claro que algunos, en posición continental central, no van a poder ver resueltos sus problemas con la desalación. 

Como fuera que algún contertulio expuso sus dudas sobre la real disminución del número de las especies, Carmen y Dori aclararon que no se debería mezclar el hecho de que cada día se descubrieran nuevas especies, como resultado de los avances de la investigación, con ignorar que objetivamente se está asistiendo a la desaparición de las que se conocen, y con un ritmo creciente. España es el país de la Unión más rico en biodiversidad y, por ello, debiera ser apoyado de forma específica en los programas de defensa de la naturaleza, con mayores ayudas. Aunque no se habló del tema, al referirse de pasada a él, se puede afirmar que el programa Agenda 2000 parece a los contertulios como una fórmula muy interesante.  

17. La educación ambiental 
María G. cree que en el plano individual se puede hacer mucho por el ambiente, por ejemplo, reduciendo el consumo de agua potable para usos inadecuados, contaminando menos o reciclando. Para ella (como para todos los presentes), la educación de los niños y jóvenes es una tarea a la que no se debe renunciar y en la que hay mucho por hacer. 

Elena está convencida de que uno de los logros de los últimos años es haber introducido el medio ambiente en la enseñanza escolar, y se felicita de que ahora todos los estudiantes sepan lo que es ecosistema o biodiversidad, o empleo conceptos de emisiones y contaminación en su vocabulario, aunque aún no sepan sacar otras conclusiones. La base está ahí.

  18. Kioto: un repaso a una cuestión candente 
La tertulia estaba terminando su segunda hora, pero el moderador quiso aprovechar que se encontraban presentes en la tertulia expertos en el tema, para analizar específicamente los acuerdos de Kioto. El mismo hizo un primer planteamiento sobre el significado de los compromisos, por el que, en principio, los países más desarrollados habían acordado limitar sus emisiones de gases de invernadero. Aunque el acuerdo no se ratificó, ya que se necesita que lo suscriban al menos el 55% de los países, y USA y Rusia anunciaron posteriormente que no lo iban a firmar, la Unión Europea asumió unilateralmente el compromiso, y obliga a su cumplimiento por los Estados miembros.  En consecuencia, la Unión Europea se compromete a reducir en el período 2008 a 2012 en un 8% las emisiones de CO2 equivalente respecto a las habidas en 1990. En el reparto interno por países, a España se le aceptó aumentar las emisiones un 15%.

El problema está en que las cifras que manejaba España entonces eran inexactas, pues desde el 2002 al 2004 aumentó un 38% la producción de esos gases y lleva camino de superar al 60%. Se consideran 6 gases causantes del llamado efecto invernadero, pero el CO2 es el causante del 90% de las emisiones.
 Para facilitar las cosas, la Unión preve 3 mecanismos, además de la reducción de emisiones, para cumplir el acuerdo: el comercio de emisiones, que se implantará en 2005, las primas por desarrollo limpio,  y la implementación conjunta de medidas con países del este. Al no poder cumplir el compromiso, según algunas estimaciones, España debería comprar cada año derechos de emisión por 113 millones de toneladas en unidades de CO2 equivalente, que costarían entre 1.300 y 3.600 millones de euros (en la franja de 11 a 32 euros por tonelada de CO2). Además, en la distribución por sectores de las cuotas, la administración no ha considerado sectores como el transporte, responsable del 25% de las emisiones, ni la agricultura (14%) o los residuos (5%), y pretende que solo seis sectores (eléctricas, cementeras, refinerías, siderúrgicas, papeleras) asuman el compromiso de la reducción.

Ignacio entiende que una cuestión previa es dilucidar si merece la pena pagar por cumplir Kioto en el escenario de 2010. El acuerdo supone, en resumen, reducir en 330 Mill de t /añola producción de CO2., cuando China, por ejemplo, ya produce actualmente 4000 Mill. de t.,  y con un crecimiento del 8% anual, podría duplicar sus emisiones antes de 2012. Por otra parte, la argumentación de USA no supone tanto negarse a cumplir el acuerdo, como hacer notar que no podrá cumplirlo sin una amplia implementación de la energía nuclear, lo que iría en contradicción con su política energética. En opinión de Ignacio, hay que ir  a los fundamentales y los políticos deben abordar con valentía el problema. De no modificarse los planteamientos, cumplir el acuerdo puede significar al estado español entre 10.000 o 15.000 millones de euros, más del 0,7% del PIB, aunque los diferentes sectores y la administración manejan varias cifras. La paradoja es que las empresas eléctricas y otros sectores españoles se encuentran entre las más eficientes de Europa y el país tiene una producción por habitante de CO2 inferior a la media europea (11 t/hab.-año en Europa frente a 8,7 en España).

 

El moderador, consciente del poco tiempo disponible para debatir un tema de tanta actualidad e importancia, se limitó a matizar que los mecanismos de compensación también ofrecen fórmulas de negocio y que algunas de las empresas eléctricas han anunciado proyectos en Latinoamérica que supondrán ahorros en la compra de emisiones, con inversiones simultáneas en negocios rentables. La negociación está abierta y las empresas deberían plantear sus posturas a la administración y establecer una posición conjunta clara.

 

Antonio, sin considerar las cuestiones de reparto de cuotas en el contexto de la Unión, puso de manifiesto que había motivos para defender Kioto y no únicamente razones ambientales. Europa carece de fuentes de petróleo y a largo plazo le interesa la introducción de energías limpias, por lo que hay que dar un voto de confianza estratégico al acuerdo, aceptando que a medio plazo sirva de estímulo para reducir los consumos de energía y cambiar el mix energético por otro más favorable a los intereses estratégicos de Europa.

 Retomando la idea de su exposición ilustrativa, Ignacio expresó que la discusión con la Unión Europea no admite muchas variantes, ya que el compromiso hacia el exterior es firme. La cuestión se prolonga en el debate interno, tanto porque España ha presentado mal sus cifras como porque la discusión interna del reparto está caliente. Si no se corrige el tope, tendremos que comprar derechos. En cuanto a las diferencias de planteamiento entre las eléctricas (Iberdrola y el resto), considera que existen dos vertientes: por una parte, la tendencia creciente a  estabilizar y disminuir la cantidad de emisiones, común a las eléctricas, incorporando energías renovables y ciclos combinados, y por otra, la necesidad de compra de derechos de emisión, que tendría como efecto encarecer el precio del carbón. Iberdrola quiere que se aumente el precio de la energía porque tiene un exceso de producción de energía hidráulica y nuclear, y defiende también los usos combustibles del gas, indicando por lo demás que existen bolsas en la tarifa eléctrica que deben aplicarse a comprar derechos.  Para Ignacio, es un debate desafortunado porque ha sacado a la luz internalities de las eléctricas que no benefician a nadie. En su opinión, Kioto no se cumplirá sin un pacto nacional, y la transparencia supone que esté clara la identificación de los sujetos fiscales que paguen por Kioto. Prolongar el debate tampoco tiene mucho sentido: Holanda hace tiempo tuvo claro que necesitaba comprar derechos de emisión y se dedicó a negociar inversiones en países en desarrollo. 

Manuel intervino, ya al filo del final de la tertulia, para confesar que se sentía algo defraudado del tratamiento de Kioto, porque nos habíamos centrado en considerar las emisiones como de única causa antropológica. La erupción el Vesubio habría emitido, seguramente, la mitad del CO2 que lanza en un año USA a la atmósfera. El hombre forma parte de un ecosistema muy complejo y sería simplista reducir la cuestión a subespecies ricas y pobres. Los regímenes de los países son determinantes: “China no es que no haya podido crecer sino que ha sufrido una dictadura, y así sucede con otros países de los menos desarrollados. Tenemos reservas energéticas para muchos años pero quienes mantienen el control no desean explotarlas a otro ritmo porque el precio bajaría. Lo que sucede es que no planteamos las soluciones de manera conjunta. En el caso de Kioto y sus efectos para España, no podemos olvidar que las eléctricas son, a fin de cuentas, un negocio. Como afirmó un contertulio, “hacemos provincianismo, sin darnos cuenta de que lo que está en juego es nuestra extinción como especie.”

 19. Próxima tertulia
Eran casi las 0h 30 cuando el moderador anunció que deberíamos concluir la reunión. El tema era, como la mayoría de los suscitados en las tertulias, amplio y complejo, y seguramente habíamos tratado solo algunos elementos, y posiblemente algunos de forma superficial. Pero los contertulios se levantaron satisfechos, porque, una vez más, habíamos cumplido el objetivo de pasar un rato con los amigos, compartiendo lo que cada uno sabía, entendía o le preocupaba de un tema de vigente actualidad. Se anunció también que el siguiente tema, para el lunes 5 de julio, sería “La sociedad de la información”. Todos estaban invitados, hasta cubrir las plazas de la tertuliaAA/aaJunio 2004

Notas 

1) Milankowitz (y otros) estableció la teoría de que los períodos glaciares aparecen aprox. cada 41000 años, y son debidos al movimiento del eje de la Tierra, que oscila con fluctuaciones de 1.3 grados desde su inclinación base de 23.3 grados, siendo la inclinación en este siglo de 23.5 grados. Cuando la inclinación se sitúa en el valor mínimo de 22 grados los rayos del sol no alcanzan las latitudes mayores y se forma más hielo en ellas, aumentado el albedo global (fracción de luz sobre una superficie). La menor absorción de luz solar desencadena una nueva edad de hielo, congelándose el agua de los oceános.  Es decir, la razón del cambio climático es astronómica, y son, sobre todo, Júpìter y Saturno los culpables.

2) Bjorn Lomborg, (1965-), es profesor de Estadística de la Universidad de Árhus (Dinamarca), y fue defensor de los "puntos de vista izquierdistas a lo Greenpeace", contrarios a las tesis del economista norteamericano Julian Simon (1932-1998), que defendía que la situación mundial va siempre mejor, en libros muy bien documentados, como The State of Humanity (1995). Lomborg, al tratar de rebatir sus argumentos, descubrió que Simon tenía razón en casi todo. El libro apareció en Dinamarca en 1998, y acaba de publicarse en España. El autor advierte que el que las cosas vayan mejor no quiere decir que vayan bien. Pero, contrariamente a lo previsto por el informe del Club de Roma (1972), tenemos más reservas de petróleo (que dará para otros 150 años al actual ritmo de consumo), y en contra de lo que Ehrlich pronosticaba en 1968, de que “durante los años 70, el mundo experimentará hambrunas y cientos de millones de personas morirán de hambre", en los países en desarrollo, la producción agrícola por persona ha subido un 52% desde 1961 y las calorías ingeridas, que eran de solo 1.932 entonces, han pasado a 2.650 en 1998. Son muchos los parámetros que, para Lomborg, han cambiado a positivo. El Worldwatch Institute decía que se estaban perdiendo 16 millones de hectáreas al año de masa forestal, pero la ONU calcula que se ha talado mucho menos y que ha aumentado desde un 30,04% de la superficie terrestre en 1950 al 30,89% en 1994. En los bosques tropicales la deforestación ha bajado del 0,35% en los años 80 al 0,32% en los 90. En cuanto a la extinción de especies: “Nadie sabe cuáles son las 40.000 especies que se extinguen al año”. Se conocen solo 60 especies desaparecidas de Puerto Rico en 400 años de deforestación. Se podría prever únicamente que se extinguirán el 0,7% de las especies en los próximos 50 años. Para él, la causa de estos errores es que las malas noticias despiertan más interés que las buenas, y los medios de comunicación las difunden con agrado. Por otra parte, los grupos ecologistas necesitan publicidad y mantener la alerta  para seguir captando fondos. Otros datos: El que un 18% de la población esté malnutrida es un problema grave, pero en 1970, el porcentaje era del 35%. En ese mismo año, tenían acceso a agua potable el 30% de los habitantes de los países en desarrollo, y ahora son el 80%, lo que prueba que el enfoque básico no es equivocado.

3) El artículo de referencia, escrito por técnicos del IGM, ofrece un juicio general constructivo, alertando sobre la necesidad de un análisis integral de las opciones a la hora de decidir la implantación y riego de los campos de golf, como competidor de otros medios de creación de riqueza y empleo. Los campos de golf  superan en España los 200, y se concentran fundamentalmente en Andalucía, Baleares, Valencia y Cataluña (casi un 60%). Muchos de estos campos están en zonas con escasos recursos hídricos superficiales y algunos se riegan con aguas subterráneas, aunque muchos lo son con aguas depuradas tratadas. La media de consumo de un campo de golf estándar de 18 hoyos puede situarse entre 1.500 y 2.000 m3/día en los meses de máxima irrigación, lo que totaliza entre 150.000 y 300.000 m3/año, equivalente a 10.000 ó 20.000 personas. Esto supone un consumo anual mínimo superior a los 30 hm3 en el conjunto del territorio español, que es el consumo anual de una población como Madrid. Otro frente del conflicto es el conjunto de influencias que los tratamientos para mantenimiento del césped (plaguicidas, fertilizantes y otros) suponen para la calidad de las aguas subterráneas. Un campo de golf situado directamente sobre un acuífero presenta riesgos de contaminación mucho mayores de las aguas subterráneas, especialmente en la zona de greenes.  Debemos evolucionar desde el tipo de campo de golf que actualmente se construye en España, basado en el modelo americano, con grandes zonas de agua almacenada (lagos artificiales) que tienen una fuerte pérdida por evaporación, al modelo de campo mediterráneo, y reducir los consumos de los greenes que con solo el 5% de la superficie del campo, consumen un 15% del  agua. 

4) De la extensa información existente, se toman algunas notas del artículo de José Santamarta (http:www.nodo50.org/worldwatch),  El Plan Nacional de Asignación en España, de marzo de 2004.  Estos datos no han sido contrastados con otras fuentes, y se ofrecen como figuran en el texto citado. La Directiva 2003/87/CE sobre comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero en la Comunidad entró en vigor en octubre de 2003. El precio en toda la Unión Europea será único.La Unión prevé multas equivalentes al 30% del exceso emitido. El comercio internacional de derechos de emisión es uno de los tres mecanismos flexibles del Protocolo de Kioto, junto a la Aplicación Conjunta (JI) entre la UE y los antiguos países europeos del bloque soviético y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CDM) entre países industrializados y en desarrollo.  Los derechos de emisión en el primer periodo 2005-2007 sólo afectan a un gas de invernadero, el dióxido de carbono, y a algunos sectores industriales. Los sectores implicados son el energético (centrales termoeléctricas, refino de petróleo), siderurgia, cemento y cal, minerales no metálicos (vidrio y cerámica) e industrias papeleras. Las instalaciones industriales incluidas, representaron el 40,5% de las emisiones en 2000, en España.  

La mayor parte de los derechos de emisión serán asignados gratuitamente por cada Estado miembro (del 90% al 95%), y sólo se podrán subastar del 5% al 10%.
 El Gobierno debe elaborar un Plan Nacional de Asignación de Emisiones (PNA) en el que se determinará la cantidad total de derechos. En la primera fase de funcionamiento del régimen de comercio de derechos de emisión en la UE (2005-2007), la cuantía de la multa ascenderá a 40 euros por cada tonelada de dióxido de carbono emitida de más, y se elevará a 100 euros a partir del segundo periodo (2008-2012). En el caso de la incorporación de nuevas empresas que necesiten derechos, la Comisión Europea establece tres modalidades para regular esta entrada: que las aspirantes compren directamente los derechos en el mercado; que el Estado reserve una cierta cantidad de derechos para subastarlos periódicamente, o que se mantenga una cantidad de derechos para repartirlos gratuitamente en el futuro.  En España es probable que se asignen 160 millones de toneladas de CO2, que se repartirían de la siguiente manera: entre el 57% y el 62% correspondería a las centrales termoeléctricas, del 8% al 10% a las refinerías de petróleo, del 5% al 7% a la siderurgia, del 16% al 18% al cemento, del 1% al 1,5% a la cal, del 6% al 7% a vidrio y cerámica y del 1 al 1,5% al sector papelero (véase la tabla 1).  La CEOE pretende –entre otras exigencias- una asignación gratuita de derechos de emisión, que el Estado compre derechos de emisión, y que no se establezcan límites de asignación de emisiones para el Mecanismo de Desarrollo Limpio y la Aplicación Conjunta, que según el Protocolo de Kioto no deben superar el 6%.

En 2007 desaparecerán algunas  partidas de la tarifa eléctrica,  como las destinadas a la moratoria nuclear en 2007 (el 3,54% de las tarifas actuales).
 Las centrales de carbón emiten por kWh entre 2,5 y 3 veces más CO2 que las centrales de ciclo combinado de gas natural: de 880 a 1.040 gramos por kWh en una central de carbón, 802 gramos en una central de fuel y 365 gramos por kWh en una central de ciclo combinado de gas natural. El sector eléctrico emitió en 2002 algo más de 95 millones de toneladas de CO2, por lo que, para alcanzar la meta fijada de 74 millones de toneladas en 2010, debe recortar en un 22% sus emisiones. La empresa más afectada es Unión Fenosa, dado el peso del carbón en la generación de electricidad, con unas emisiones de 0,6 toneladas de CO2 por cada MWh. Endesa tiene 0,5 toneladas e Iberdrola sólo 0,26 toneladas. Viesgo tiene 0,8 toneladas, e Hidrocantábrico 0,7 toneladas. De cumplirse las previsiones del Gobierno sobre potencia instalada de cogeneración para 2011, se reducirían las emisiones en 46 millones de toneladas de CO2, en el periodo 2001-2011.
 
 

1 comentario

Gonzalo -

Hola.

Soy Gonzalo.
Les vengo a pedir ayuda para poder difundir lo mas posible mi reflexión sobre el calentamiento global.
Hasta hace poco la dejaba en blogs que trataran sobre el tema o que estuviesen relacionados al medio ambiente.
Ahora cree mi propio blog donde por ahora solo he publicado mi reflexión.
Denle un vistazo a mi blog y si les interesa y les gusta, por favor les pido que me ayuden.
No se muy bien como se maneja esto de los blogs.

Aca esta mi dirección de blog:

http://elgranretodelsiglo.blogspot.com/


desde ya muchas gracias.

Un gran saludo.