A sotavento: Pim, pam, fuego
Tiene razón la ministra del Medio Rural: "hay que hacer una reflexión" y mejorar la eficiencia con la que se tratan de evitar en España los incendios y, complementariamente, reducir los daños al mínimo cuando excepcionalmente se produzcan.
Exactamente, Elena Espinosa ha declarado el 29 de julio de 2009 que "ante una situación como la que estamos viviendo deberíamos hacer un análisis más detallado, poner en común aquellos métodos de prevención que alguna Comunidad haya puesto en marcha, y que se vea que son efectivos, y tratar de trasladarlos a otra Comunidad (...)"
Cuando llega el verano, y con él, la sequía y los incendios, proliferan las intervenciones de expertos y políticos acerca de lo que resultaría más conveniente llevar a cabo para que los fuegos no nos siguieran diezmando cada estío las zonas boscosas, dejando, incluso, un rastro de víctimas humanas.
Las repetidas ideas constituyen un acopio de lugares comunes que todo el mundo utiliza, especializándose en los hayqués: limpiar los bosques, aumentar los cortafuegos, vigilar el monte, dotar adecuadamente a los equipos de extinción, desautorizar la ubicación de viviendas demasiado próximas a las zonas verdes, etc.
No hace falta esperar al verano para comprender que el abandono de las zonas dedicadas a pastos, las ha llenado de matojos, helechos y zarzas; que los bosques, convertidos en posesiones sin valor para sus dueños, se han hecho impenetrables; que la voracidad edificatoria y el deseo de vivir en parajes verdes ha talado árboles para implantar en los huecos chaletitos preciosistas poblados los fines de semana por urbanitas sin idea cabal de lo que es el campo...
Se puede seguir con los hayqués. Hay que mejorar la preparación de los profesionales y voluntarios que se han de encarar con el fuego, con más información y más cualificación, porque, por ejemplo, los bomberos que van a apagar el fuego tienen, en demasiados casos, un exceso de grasa y un defecto de conocimientos; hay que extremar vigilancias y castigos, porque, a pesar de los avisos, son montones las colillas encendidas que se arrojan por las ventanillas de los coches, o se abandonan negligentemente en las llamadas zonas verdes; por no decir, de la afición a confeccionar gustosas paellas y barbacoas al aire libre sobre brasas hechas de troncos secos recogidos en el sitio y que son bombas de relojería mecidas por el viento; hay que ...
Sabemos, como siempre, lo que hay que hacer. No se hace. ¿Por qué? Porque hay un exceso de preocupación por aparentar, y no de plasmar, la eficacia; porque no se sabe planificar ni cuidar bien el patrimonio; porque falta educación cívica. Se prefiere llorar, improvisar, hacer lo que conviene a uno sin preocuparse ni por el vecino ni por las consecuencias.
1 comentario
miguel -
Me parece una persona singular de las que a uno le gustaria oir mas, ver mas como
"hacedor" de la cosa política, seriedad, cordura ..
Bueno, hablaba de su vivencia de lo de " habrá que". Y del
cansancio del habrá que....y aún mas... Como " habrá que" te encargamos a ti- hombre de mucha experiencia, valia, etc, etc, Y tardó algún tiempo en saber que era para "
Habrá que hacer" fuese "Entrtente y entreten al personal y la cosa"..
Limpiar el monte, es limiar y recoger...
Limpar la habitación no es tirar el polvo al suelo. Hay que recoger!!.
Hay que; habrá que..
Hoy, con lo de la terminal me
temo que habría que haber hecho.
La señalización de emergencia. Pruebas de precomisionado; comisionado..¡
me parece terrible que pueda hoy pasar eso. Creo que hay que saber mucho para hacerlo
asi de mal!. la contrata, de la contrata. Sr Ministro, Ilmo sr don José Blanco,no hace falta ser Super. En el caso de la terminal, la pregunta es de setido común; que así de fácil le den la explicación. Que la entendamos todos!N hay misterios, ni habría falta de nada!
Los grandes gestores necesitan no titulos y títulos ... Palabra, honradez y sentido común.