A barlovento: La calidad de ser mujer como desventaja
Es la historia de una injusticia, en la que el ser inferior se ha hecho con el poder y las razones, conduciendo las circunstancias al lado en el que pudo controlar la situación en su provecho.
Todo el mundo en nuestro entorno sabe que hoy, 8 de marzo, se celebra El día Internacional de la Mujer. Habrá manifestaciones, conferencias, declaraciones de intenciones y presentación de logros, junto a promesas de discriminaciones positivas para tratar de corregir lo que es una evidencia: las mujeres están marginadas. Y mucho más aún que en la sociedad occidental, en los países con menos desarrollo, y especialmente en algunos Estados de confesión islámica.
Cuando se analiza la situación con voluntad de rigor, la generalizada marginación del sexo femenino en la especie humana no encuentra raíces en la racionalidad. Las mujeres tienen en sí la facultad de engendrar y parir, poseen mayor resistencia física, son más longevas -corregidos los riesgos que suponía el parto y las enfermedades vinculadas a él, por asepsia-, y, por lo menos, tan inteligentes como el hombre. No hay ninguna razón objetiva para creer que son inferiores al varón, y existen muchas para pensar que, si hay que decidir, deberían ser consideradas superiores.
La utilización chantajista por el ser masculino de la evolución, convirtiendo hechos que deberían ser neutrales en ventajas, no ha sido aún suficientemente analizada, en mi opinión. El descubrimiento del fuego, clave para el cambio de nómada a sedentario, transformó a la mujer en cocinera y reservó la cualidad de cazador para el propietario del pene. La agresividad del más desocupado, le llevó a combatir con otros igualmente tan ociosos, para tratar de arrebatarles tierras y enseres, y utilizaron cuando le apeteció, como moneda de fácil intercambio, las mujeres. Sus mujeres.
La religión se cebó en señalar las diferencias, atreviéndose incluso, en algunos casos, a definir claramente como seres inferiores, necesitados de mayor purificación, a quienes estaban confinadas al hogar y tenían, por ello, menor capacidad de relación.
No vamos a ser capaces de corregir la historia de un plumazo, y, como lo demuestran los millones de ejemplos que podemos extraer de nuestra realidad cotidiana, no estamos avanzando, ni mucho menos, al unísono. Violencias de género, burkas y mantillas, desprecios, amañadas estadísticas, ridiculizaciones sin cuento, utilización publicitaria del cuerpo femenino, machismos, femineidades falseadas, trabajos peligrosos, descontroles de natalidad, etc, se acumulan sobre una decisión que es fácil de definir: hembras y varones forman parte de un único proyecto. Como colectivo, son iguales y no complementarios.
Que cada ser humano busque en los otros la compensación de lo que cree que le falta, es muy diferente a seguir con la engañifla de lo que necesitan las mujeres es precisamente la inteligencia, la fuerza, la capacidad de protección, los conocimientos del poder y esas otras cualidades de las que se ha hecho portadores interesados a los varones.
Venga allá. ¿Hasta cuando vamos a seguir con el engaño de que la calidad de ser mujer es una desventaja para ellas?.
Por vosotras, las mujeres. Para que nosotros, los varones, tengamos la paz de haber corregido una injusticia.
6 comentarios
Administrador del blog -
Espero que, a la vista de tu sugerencia, alguno de los galantes varones que leen este blog (o el tuyo) te inviten a mis tertulias. Lo pasaremos bien, ya verás.
gretel -
Eso sí, sino me invitan no voy a ninguna parte, eso lo tengo clarísimo :P, ya que soporto el machismo, que me sea beneficioso en algo...
Besos
Administrador del blog -
lynnsinhill -
Saludos, ángel.
Administrador del blog -
Nada quiero añadir ni quitar a mi Comentario, y renuncio a explicar (a otros, no a tí, y por si hiciera falta) la frase que te ha llamado la atención, estimada Alicia. Quienes visiten vuestro Cuaderno (lo que aconsejo vivamente) y conozcan el mío y mi trayectoria personal, comprenderán hasta qué punto estamos en sintonía.
Un abrazo desde el corazón, Alicia, para tí y tus compañer@s.
Lápices para la paz -
Primero agradecer tu comentario en la bitácora de Lápices para la paz. Nos da mucha fuerza para seguir adelante. No nos importa estar en el primer puesto, lo que realmente es fundamental es que se lea, se reflexione ante la pasmosa realidad que está fuera de nuestro mundo occidental, tan avanzado en tecnología y tan escaso en esos valores que cuesta tanto conservar.
Lucida entrada de hoy, donde aparte ya de festejar un día Internacional, queda recordar esas mujeres que luchan día a día por la igualdad en cualquier parte del Mundo.
Pero esa parte del mundo, nos dice que hay 1.300 millones de seres humanos viviendo en la pobreza, de los cuales el 70 por ciento son mujeres
Por tanto es cierto que la mujer carga el peso doblemente de la injusticia en países más desfavorecidos.
Curiosa frase la que has dedicado en la entrada de hoy: y son, por lo menos, tan inteligentes como el hombre.. Creo que las reivindicaciones van más allá de la lucha por la inteligencia. Y aunque he comprendido la frase en sí, me ha llamado la atención.
Saludos y seguiré entrando en tu casa, siempre que me lo permitas.
Un abrazo desde Lápices para la paz.
Alicia (MM)