Va de sonetos
A reflejo de amor, por verdadero,/
confundió la pasión. Ciego y contento/
dejó de estar a su labor atento/
y sus pies en pos a andar puso ligero.
No tardó el tiempo, como el viento,/
en borrar las huellas por entero./
Destruyó los resquicios, muy severo,/
dejando a la emoción sin fundamento.
Volviendo a su razón el pensamiento/
halló forma de poner un solo pero/
a tanto andar para acabar sediento:/
Si hay prisas, nadie estará certero,/
y si malentiende un no por argumento,/
en vez de vale va a decir te quiero./
Otro
A despecho de edad, sigo en la brecha/
y no hay peligro ni hueco que por hondo/
me impida culminar punto redondo/
ni obtener satisfacción de la cosecha.
Cazador, cambio de presa, si sospecha;/
recogiendo, no me empleo muy a fondo/
para no dejar un erial mondo y lirondo;/
si va mejor, lo intento en otra fecha./
Joven, de las disputas en el medio/
fui; donde más profunda, en el agua/
me metí. Medicina para el tedio,/
llevé a fundir hierros a otra fragua,/
acalorando a la fogonera del asedio/
y enjugando sudores con su enagua./
@amarias
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Javier Pardo de Donlebún -
Atentamente, Javier Pardo de Donlebun.