A barlovento: Porqué he publicado mis Ensobrados en Bubok
Hace un par de meses, como anuncié en este blog, publiqué como libro, en la opción que ofrece la web Bubok, -una de las iniciativas de mi amigo Angel María Herrera-, la colección de Comentarios que había venido recogiendo durante 2009, prácticamente cada día, en mi blog Alsocaire.
Lo titulé Ensobrados, en referencia a los títulos de estos Comentarios, ya que todos empiezan con la palabra "Sobre...". Escritos sobre muy variadas materias, con diferentes niveles de profundidad, e incluso bajo discutible sentido de oportunidad, constituyen, sin duda, un reflejo de mi pensamiento, formación, inquietudes e ideas.
¿A quién interesa ésto? La respuesta más directa, para la que podría ponerse como punto de apoyo, tanto las entradas en el blog (el record de entradas lo sigue teniendo, de lejos, mi comentario en éste cuaderno titulado Consejos para torpes sobre cómo arreglar una persiana) como la elocuente cifra de ventas realizadas hasta este momento del libro (cero patatero) sería también obvia: a nadie. Bueno, dejando un agujerito abierto: a casi nadie.
Mi sentido de la rentabilidad, el escaso tiempo libre de que dispongo, mi trayectoria personal de tipo sensato y, desde luego, la experiencia profesional de concentrarse en lo que conozco mejor, me aconsejarían, pues, recapacitar en varios sentidos respecto a la dedicación que estoy dispensando a este medio de difusión.
Si lo que escribo no alcanza a despertar el interés que debería pretender, o bien me replanteo aumentar los medios de publicidad que estoy utilizando para dar a conocer y difundir mi trabajo, o bien me abandono sin más a la idea de no seguir malgastando esfuerzos y tiempo en un proyecto que no ha cuajado.
Voy a seguir escribiendo.
En un pimer análisis, existen dos razones, objetivas y claras, por las que mis blogs no tienen mayor proyección hasta el momento. Una. es la falta de especialización con la que escribo, relacionada también con la persistencia en aparecer como outsider de las corrientes y agrupaciones dominantes. Escribo sobre casi todo lo que me interesa, desde la política, el derecho, el ambiente, las cuestiones administrativas, al arte o la literatura.
Voy a seguir escribiendo.
Pero es que, además, lo hago de una manera absolutamente independiente, sin estar afiliado ni comprometido por nada ni por nadie. No soy simpatizante definitivo de ningún grupo, y me repugnan tanto (o casi tanto) los exabruptos parafascistas de la derecha pancista e insolidaria como los ilusos análisis de la izquierda revanchista y falsaria. Tampoco me considero de centro, porque estoy por cambiar cuanto sea innecesario y mejorar todo lo que funciona mal.
Voy a seguir escribiendo.
Hay otra razón: no divulgo (al menos, hasta ahora) mis blogs a través de redes sociales, no hago propaganda de los mismos, no aparezco por esas reuniones físicas, convocadas a decenas, en las que webmasters y blogueros de profesión se dan abrazos y entrelazan sus productos mentales mientras beben cerveza o calimocho.
Voy a seguir escribiendo.
Esto tiene sus consecuencias, sin duda. Estar en la independencia puede ser asimilable a estar solo. No lo es, en realidad, pero lo parece. Un comentario elogioso (por ejemplo) a la actuación del partido de Rosa Díez en cuanto a la movilización de técnicos hacia la política, que mereció aparecer en la página de portada de UPyD durante un día, puede ser causante de una detectable subida en las entradas. Pero si al día siguiente critico el Programa ambiental de ese mismo partido, es casi seguro de que me borrarán de los afectos, poniéndome en el frigidér (aunque, hoy por hoy, me sigue pareciendo la más razonable -¡y la más sana!- de las opciones políticas disponibles).
Respecto a las propuestas concretas que en distintos temas han realizado PSOE, PP, IU o CiU hay en estos Ensobrados también numerosos ejemplos de mis observaciones, que procuro sean reflexivas y, en todo caso, sinceras.
En los aspectos tecnológicos relativos a las TICs, no quiero (ni puedo) pertenecer al grupo de fanáticos, que se cruzan y entrecruzan las referencias a sus webs, y blogs y se entrelazan como posesos. Ni tengo tiempo para dedicarlo al ordenador (en ese sentido), ni me apetece esforzarme en engañar las estadísticas con entramados ficticios de interés.
Porque muchos de los que alardean de estar al día en comunicaciones, en disponer de las características del último aparato multifunción, en el conocimiento de las tecnologías web 5.2 (no creo que exista aún) y que publican en su juguete, al mismísimo instante en que los detectan, los últimos avances japoneses, norteamericanoso o chinos, no persiguen otra cosa que engordar sus posiciones en los buscadores, amañando sus cifras de difusión y circulación, a la espera de que alguien les pague por poner la publicidad en el blog o la web en la que han convertido su ocupación habitual.
No explicará esto porqué he publicado mis Ensobrados en Bubok, cuando, además, los contenidos de mis blogs son libres y cualquiera puede bajárselos gratuitamente. Esa es una tercera razón, supongo, por la que los que me siguen a diario no encuentran ninguna ventaja en tener un libro físico de casi 300 páginas que más se puede parecer a La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec, que a un libro de amena lectura, de esas 12 horas que, automáticamente, calculó el programa de Bubok que supondría su lectura.
Por eso, también, puedo justificar que ni yo mismo lo he comprado. Para qué, si lo que escribo ya lo tengo presente en mi cabeza.
Voy a seguir escribiendo. Voy a seguir escribiendo. Voy a seguir escribiendo.
8 comentarios
anuska -
¡eres muy bueno! todavia no lo sabes?
Miguel -
Administrador -
No amenazaba con abandonar, me he expresado mal. Escribir es, para mi, una necesidad vital. Y en cuanto a tu diagnóstico respecto a lo que me conviene, hubiera preferido que, salvando el litio, te hubieras ahorrado las gotas de sangre.
miguel -
Rafael Ceallos -
Qué fácil: me ratifico... Con lo difícil que es pensar,escribir y manifestar abiertamente lo que se piensa, ahora viene uno y dice que se ratifica.
Querido Ángel Recuerdo aquella obra de Deval interpretada magistralmente por Marsillach, el comprador de horas, y la recuerdo porque su título viene al pelo cuando pienso en tí. ¿A quién le compras el tiempo, ese tiempo tan precioso y necesario para escribir lo que escribes, para asistir a tanto evento como se abanica a diario por los madriles, para cumplir con todas tus tareas y responsabilidades, ademas de engrosar el poemario y la pinacoteca particular?.
Querido Ángel, cómo me gustaría tener el mismo proveedor de horas para no perderme la lectura y disfrute de ninguno de tus escritos. ningun
Isabel -
Que no te quepan dudas,
Un beso.
Administrador -
No suelo contestar a los comentarios en este blog desde hace ya tiempo, pero tu pregunta es tan directa y el afecto y aprecio que te tengo tan altos que me creo en la obligación personal de reconocer que sí, que me divierto escribiendo en el blog y que lo considero necesario para mi salud. Y me es muy importante saber que hay amigos, en algún caso incluso desconocidos, que siguen mis comentarios, descubrir -porque así me lo manifiestan, como quien no quiere la cosa- que les interesa lo que escribo. Porque escribimos para que nos lean, sin duda. Y, también, para que los que nos leen, nos digan de vez en cuando que valoran lo que escribimos. Pensando en ellos.
Un abrazo
PD. Entiendo que discrepes de mi opinión respecto a lo que pueda significar UPyD. Como no tengo ni he tenido filiación política me siento en la libertad para situar expectativas de cambio promovidas por un partido tan minoritario y tan endeble aún. Porque las ideas de renovación, ya sabes, vendrán de las minorías.
Alfonso Estébanez -
Te voy a hacer una pregunta que a mí, personalmente, me responde las dudas que lanzas al principio del escrito.
¿Te diviertes cuando escribes en el blog? Yo, he de confesarte que sí. Cuando escribo, también pienso que esto puede tener repercusión planetaria, pero... lo que sí que pienso más es... "Tengo una sonrisa interior brutal, me estoy divirtiendo"...
Por eso, las entradas del blog son, a veces, intermitentes (no soy tan metódico como mi mentor).
Cuando estoy más contento, en mejor racha, o alguien que te importa se interesa por alguna de tus opiniones, me lanzo otra vez a la periodicidad...
No sé, igual te parece un razonamiento insulso y "un poco infantil" pero... es lo que me respondo cuando alguna vez tuve esa misma duda.
Por mi parte, sabes que te animo a que esta sea una reflexión vacua, (con la boca pequeña) y que sigas escribiendo.
Sí interesan tus opiniones, lo sabes.
Animo y un abrazo.
PD. "Cuánto discrepo de lo de UpD....cuánto, cuánto"