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El blog de Angel Arias

A sotavento: Servicios de comunicaciones deficientes, caros y engañosos

No hago encuestas sobre el tema, y, por ello, tengo limitado conocimiento de las experiencias que podrían aportar otros usuarios, pero la mía es nefasta.

Creí que Telefónica funcionaba mal -comunicación por internet lenta, ofertas confusas, atención desde el servicio de averías deficiente-; pero mi conocimiento  acerca de cómo actúa Orange me permite concluir que esta compañía es aún peor -servicio telefónico plagado de averías e interrupción de la conexión, imposibilidad de conectar fax con la misma línea telefónica, ofertas engañosas, servicio de averías sencillamente caótico.-

Otras compañías, por lo visto y oído, allá se andan, aunque me falta de alguna de ellas información directa. Sí la tengo de Uni2, y valga también como otro  ejemplo, que ha protagonizado hace uno par de años el hecho desvergonzado de reclamarme -con carta admonitoria de un servicio jurídico- el pago de un servicio que no me había prestado. Cuando respondí al requerimiento como se puede imaginar, nunca más supe del falso caso.

Los teléfonos de averías, incidencias o, simplemente, información al usuario, están  permanentemente saturados (en todas las compañías), lo que obliga a repetidas llamadas.

Una vez tenemos a un interlocutor al habla -después de teclear dígito tras dígito, siguiendo todo un árbol de opciones bastante confusas-, remite a Víctores Enriques y Claras Marcelas o Wistons, que, muy amablemente, eso sí, repiten lugares comunes (supongo que desde algún lugar de Hispanoamérica, o un consultorio de Getafe), con escasa capaz para adoptar otra decisión que no sea la de "vamos a chequear la línea" y darnos, finalmente otro número 902 para que le contemos a otro tipo gentil el mismo problema, después de hacernos repetir hasta la exasperación los datos personales.

Los usuarios deberíamos actuar, de forma masiva, para reclamar un servicio serio, competente y barato. La administración pública debería revisar con ojos severos el funcionamiento de las compañías telefónicas, los servicios que prestan y lo que cobran por ellos.

Basta de llamadas perdidas, avisos telefónicos inexactos, publicidad no deseada, números 902 que conducen a agentes permanentemente ocupados mientras corre el tiempo de conexión, etc., etc. Basta de guerras internas entre compañías, con negaciones y trucos de portabilidad, tiempos muertos, zancadillas a los servicios de otras.

Basta ya de dejarnos a los usuarios al albur de decisiones que toman teleoperadores, siguiendo rígidos protocolos de actuación que les dejan carentes de capacidad de respuesta a las cuestiones, incidencias o problemáticas que no estén en esos manuales ridículos que, además, son desconocidos por los usuarios, quienes parecen carecer de todo derecho a un buen servicio.

Por el buen funcionamiento de las comunicaciones, y por la seriedad en el cumplimiento de las prestaciones por las compañías obligadas a dar servicios de calidad, como prometen. Vamos mal, muy mal, en esto de las telecomunicaciones. Servicios deficientes, caros, y plagados de tomaduras de pelo hacia los usuarios.

1 comentario

Guillermo Díaz -

Bienvenido al club de los desencantados con los operadores de telecomunicaciones. Después de haber sufrido las deficiencias de cuatro de ellos, al final me quedo con Telefónica, pero quizá porque en el país de los ciegos el tuerto es el rey.
No obstante, dicho esto, te dejo un consejo para que si llega el caso actúes de modo directo, pero no quejándote al operador, si no formulando denuncia ante la Dirección General de Telecomunicaciones.

Tras esta denuncia, no sé que pasa, pero inmediatamente se resuelven los problemas. Claro, el operador ante la amenaza de sanción, trata como si dijeramos de "sobornarte" para que retires la denuncia y te hace regalos y mas regalos.....