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El blog de Angel Arias

Poema (Del libro Con algo suave)

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Todos los días empleo algo de mi tiempo,
en demostrarte que estoy vivo,
con pequeños detalles
que soy capaz de improvisar sin rubor,
y, aprovechando tu sorpresa,
me meto en tu piel
como una lagartija. 

Agazapado, sin mover ni una pestaña,
asumo riesgos
durante unos minutos,
(el mayor es que tú
me saques de esa rendija al sol,
ese regalo)
aunque lo que más me apetece
es parar el reloj
y que me tomes por tonto,
así no me harás daño. 

Claro que es una alegría
inmensa
cuando tú me buscas las cosquillas
y yo entonces me hago el pavo real
y me entretengo
como un sabio
en desplegarte,
mi bandera de mayo. 

Me parece que otra vez
me ha caído la cordura
bajo la mesa
pero prefiero perseguir lo inalcanzable
de tu mano
que ser un sensato mercader
con las ganancias de otros.

1 comentario

Rafa Ceballos -

Gracias,Ángel,por haber escrito este poema, también, para nuestro disfrute.