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El blog de Angel Arias

Jugando en corto: Salvando la distancia entre networking and netprofiting

En el campo de las tecnologías de la comunicación, hay también una brecha generacional. Es, en gran medida, coincidente -pero solo a trazos- con la frontera económica. Ya se que vulgarizo, pero me atrajo siempre la idea del Arcipreste de Hita de que los móviles de los seres humanos son tener la panza llena y conseguir no irse a dormir en solitario.

Hoy, como nos hemos hecho refinados, hablamos de calidad de vida. Para conseguirla, siguen siendo necesarios el dinero y los amigos. La combinación de deseos tiene un nombre inglés, networking.

A la realización del propósito, yo la llamo netprofiting.

Los problemas a resolver son complejos. En uno de los lados de esa Dog-God Ville, hay un grupo de gentes con acreditados pedigrís, que toman de forma bastante consensuada las decisiones que afectan más significativamente a  los flujos socioeconómicos.

Los focos de atención preferente, porque son los que reparten la parte más sustancial de las galletas y los caramelitos, son los grandes grupos empresariales y las administraciones públicas. El perfil medio de los que toman -al menos, aparentemente- las decisiones es el de varón, cuarenta a cuarenta y cinco años, titulado en económicas o derecho con un máster en B.A. en cualquier país de habla inglesa (excepto, tal vez, Liberia) y, preferiblemente, tres o cuatro apellidos separados con guiones, demostrativos del cruce de sangres y de la voluntad de marginar el apellido García, Rodríguez, Fernández o González.

En los Consejos de administración de esos grupos empresariales del profiting clásico -Bancos, construcción, energía, servicios de distribución, etc- se sientan padres de la Patria con sienes encanecidas, para los que no rigen los criterios que imponen a los demás: los salarios no se regulan en el mercado, las prejubilaciones son pactadas, los intercambios de información, verbales. En la mayoría de los casos, los contratos blindados garantizan que, si la empresa decide prescindir de sus servicios, se llevarán a casa  un buen fajo de billetes como compensación al disgusto.

En el otro lado, se está produciendo una soterrada revolución, que va perfilando sus líderes. Son gente joven, ilusionada con las nuevas tecnologías TICs, en las que algunos poseen incluso conocimientos técnicos, que tienen poco dinero pero que andan sobrados de ilusión (JPSEIs, jóvenes pero sobrados en ilusiones), y que van adquiriendo su experiencia a base de trompazos, dejando en algún caso, restos de la familia y sangre en el camino.

Emilio Márquez, con un equipo de colaboradores que derrochan simpatía, y capacidad de trabajo, se empeña en reunir a los emprendedores de nuevo cuño, hacerles amigos para que crezcan juntos, se hagan ricos o, cuanto menos, se ganen el condumio,  y, de paso, le aporten algo de money a él mismo por organizarles los eventos. 

Emilio, a quien duplico la edad, me invita a participar en esos eventos. Dice, cuidando las palabras para darme coba, que "porque aporto calidad y experiencia". Por supuesto, imagino que eso se lo contará a otros, porque lo que no le falta a este sevillano es seduction power.

El jueves 24 de mayo de 2007, en Madrid, tuvo lugar un Encuentro de esas redes sociales, que han bautizado como Networking activo. No tuve mucho tiempo, pero me dí una vuelta de un par de horas, para saludar a los amigos, recoger unas decenas tarjetas de gente encantadora y escuchar casi todo el debate de la mesa de trabajo que movilizaba Sixto Arias: "Aire fresco en marketing". Buscaba la mesa de actividad en donde actuaba de moderador Rubén García, pero encontré antes la sala de este otro figura del networking, y me senté con el grupo.

En un momento dado, como en la mesa principal eran todos varones, una chica del público (creo que fue Elvira, tan batalladora como siempre) echó en falta las voces femeninas. Se improvisó al instante una silla en el podium para una de las asistentes a la charla (María Rodríguez) . Cuando se me echó el tiempo encima, hice mutis por el jardín, lamentando no poder llegar hasta el final.

Los dejé debatiendo experiencias sobre cómo montar una empresa en las TICS, cómo financiarla, como vivir de los fracasos o desprenderse a tiempo de una aventura de éxito, para que otros la continúen. Luis Rull, Mario, Mujeres Tics y otros conocidos y desconocidos estaban, entre el público, dispuestos a contar también lo suyo y deshacer equívocos que pueden producir daños irreparables en la economía de los principiantes.

Porque, como en el juego aquel de TVE en donde se iban pasando de mano en mano el globo cada vez más inflado, el riesgo es que el invento te explote, antes de llegar de vencedor al sonar la campana. Por eso, además de saber qué es lo que manipulas, es importante conocer formas de hacer netprofiting con el networking, y, con vista, hacerlo de manera selectiva.

Lo digo mejor: se trata de ganar dinero con (o, aún más satisfactorio, junto a)  los amigos. Cómo, con tal de que sea honesto, es lo de menos.
 Las TICs son, en buena medida, viejos perros con collares nuevos. Hay que domesticarlos y darles de comer para que no te muerdan.

4 comentarios

Administrador del blog -

Marcos,
Creo que has concentrado en dos palabras lo que me gustaría oir, sobre un artículo que escribí, como me gusta hacer las cosas: con seriedad y sinceridad.

Viniendo de alguien como tú, que estás también en esa misma línea, el elogio me sabe estupendamente. Muchas gracias.

(Ah, y he leído tu Comentario al evento networking, que no deberían perderse, en mi opinión, ni los asistentes ni, mucho menos, los curiosos, de lo que se cuece en esos lares.

(http://www.marcosgarcia.es/?p=225)

Marcos -

Genial artículo.

Administrador del blog -

Rubén,

No estarás celoso, ¿verdad?. En todo caso, la culpa de que no te encontrara en el sitio esperado, queda explicada por tu retraso...ah, el trabajo.

En cuanto a lo de calificarme de ardilla (ya ves que sé algo de catalán), creo que el epíteto me encaja...

Ruben -

Hola Angel, osea que te fuiste de esquirol ;)

Yo llegué quince minutos tarde a mi moderación por cuestiones de trabajo. Un abrazo fuerte.