Poema (Del libro Con algo suave)
En memoria
Tuvo muy pronto la ocasión de huir, y la usó
como quien bebe jarabe de la tos, medicándose la prisa;
al llegar a mayores, su futura gloria se eclipsó por descubrir
la primera colección de preguntas sin respuesta,
y aunque silenció el hallazgo, pronto vinieron más,
empezó a amontonarlas descuidado
y le llenaron la casa.
Tantas cosas por hacer lo acorralaron;
se pasó varias noches devanándose los sesos, especulando
sobre qué más podía hacer para saciar el ansia, así que,
entre destrozos, se consolaba masturbándose la pena:
no poder resolver, le desquiciaba.
Luego le llegaron
turbias ganas de alcohol, asuntos de mujeres,
dudas de juego, el ansia de otros temas,
y, por fin, para gozo tardío de sus padres,
un trabajo triste en una empresa cutre.
Cuando no se dió cuenta se casó,
perdió unos hijos.
Sin llegar a acostumbrarse a vivir, creyendo que la suerte
iba a cambiarle alguna vez, siguió huyendo
hasta que no pudo más,
amando cuanto no debía ser, reponiendo desganas,
tropezando por doquier con la ley, el desorden,
los reparos.
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angelrls, El Lobo Rayado -