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El blog de Angel Arias

A barlovento: Esperanza de rescate para los mineros chilenos atrapados en mina San José, Atacama

En la tarde de hoy, 27 de agosto de 2010, (a las 16h:15m) fue entrevistadoen directo por el programa de Luis Herrero, de la cadena Libertad Digital, sobre las perspectivas de rescate para los 33 mineros chilenos atrapados a 700 m de profundidad en la mina de cobre y oro de San José, en Atacama.

No soy un experto en temas mineros, ya que mi experiencia profesional como ingeniero de minas me ha llevado por los caminos de la siderometalurgia y la investigación hasta los temas ambientales, que combino con mi formación paralela como abogado.

Sin embargo, y dentro del ánimo divulgativo que pretendo en este blog, trataré de resumir la entrevista, completándola con otra información recogida al respecto, para ayudar a la formación de la opinión del lector.

La noticia de que los 33 mineros se encontraban vivos, después de 18 días bajo tierra, aunque dehidratados y débiles, es una excepcional noticia. Su rescate, que tengo la seguridad de que se producirá con éxito, y que podrá realizarse dentro de unos 60 o 70 días, abrirá un nuevo capítulo de supervivencia de esos esforzados profesionales de la tierra.

Las condiciones de las minas subterráneas excavadas en macizos rocosos primarios son diferentes de las que se padecen en las minas de carbón. En la Mina San José la temperatura es constante, del orden de los 36º C y la humedad, del 98%. Son condiciones duras, pero soportables para el cuerpo humano, si se dispone de agua y de ventilación.

Por fortuna, la cámara en donde se hallan los mineros -y los túneles y galerías circundantes que permanecieron parcialmente accesibles luego del derrumbe que obturó la chimenea de ventilación- disponía de agua (unos 14.000 l destinada a la refrigeración de la maquinaria- y, hasta su descubrimiento, pudieron respirar el aire que quedó atrapado con ellos.

La situación, desde el punto e vista de la supervivencia, ha cambiado felizmente desde que se produjo el contacto con los mineros, ya que, a partir de un conducto de 15 cm se les está pudiendo llevar alimentos (al principio, líquidos isotónicos), medicinas y, no en último lugar, comunicación con el exterior, visual, como acústica.

Desde esta perspectiva, los mineros no se encuentran en condiciones diferentes a los de los secuestrados en una cámara subterránea, o trabajando en un submarino o en una nave espacial. Su mentalización para resistir el internamiento pasa a ser una clave principal para que puedan ser extraídos en condiciones fisicosicológicas aceptables. Deben hacer ejercicio continuado, mantener un espíritu de lucha y de compañerismo, no desesperar. Pensar en que serán rescatados, sanos y salvos.

El procedimiento técnico para conseguir su extracción a la superficie parece el adecuado, también desde el punto de vista de instalar rápidamente un método operativo. La perforadora Strata 950, empleada con éxito en las minas sudafricanas a profundidades superiores incluso a los 1000 m, permitirá avances superiores a los 10 m diarios.

Cuestión aparte la merece el juicio respecto a las condiciones de seguridad con que se llevaba a cabo la explotación minera. Los que llevaron a cabo los trabajos de localización se quejaron de la poca fiabilidad de la cartografía de la empresa. Se ha puesto de manifiesto, también, que la mina carecía de permisos para explotación, retirados como consecuencia de la inspección realizada como consecuencia de un accidente anterior, hace un par de años, que había causado una muerte.

Se han hecho afirmaciones generales sobre la seguridad de las minas chilenas y la tecnología empleada por los ingenieros civiles de minas en las explotaciones del país, que no comparto, al menos, de esa forma descalificadora global.

Tengo constancia de la excelente preparación de los ingenieros chilenos, educados buena parte de ellos, además de en la experiencia de la explotación de muchos años, en las escuelas técnicas españolas, norteamericanas, australianas, canadienses y en la prestigiosa Universidad de Chile. El curso de postgrado sobre Block Caving (la técnica empleada por Codelco en El Teniente, la mayor mina subterránea del mundo, con más de 2.400 km de galerías) es una excelente muestra de su nivel profesional.

Un punto que suscita recelos respecto a las medidas de seguridad que había sido adoptadas en la mina San José es la existencia de una vía de evacuación segura y su independencia respecto a la explotación propiamente dicha. Parece, como se demostraría por las consecuencias del derrumbe, que la vía de evacuación de seguridad tenía puntos comunes con laas galerías de explotación.

Sería temerario pronunciarse desde la distancia y el desconocimiento concreto de la explotación.

De forma general, en lo que se refiere a la legislación sobre seguridad minera en Chile, es reconocido por los profesionales que necesita una revisión y  actualización. Tanto en cuanto al carácter y la metodología en sí -respecto a la mejora de las condiciones de salubridad, higiene y protocolos de seguridad, vías de evacuación y rescate-, como en el endurecimiento de las sanciones y penas a los empresas y directores facultativos que incurran en su incumplimiento.

No pretendo presumir desde aquí de la mayor solvencia reglamentaria de las disposiciones españolas, cuyo RD 863/1985, ha sido actualizado en lo que respecta a la responsabilidad de los directores facultativos y las Entidades Colaboradoras (ECAs) por el RD 249/2010, pero puede constituir una referencia, reforzada, desde luego, con el mejor equipamiento de los servicios de inspección, piedra clave de todo el edificio.

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