Al socaire: Los optimistas ven medio llena la botella vacía
Siempre me resultó extraño que se pretendiera definir a un optimista como a aquel que, ante una botella en la que el líquido ocupa la mita de su capacidad, la ve medio llena, en tanto que el pesimista la vería como medio vacía. Es evidente que ambas personas están definiendo correctamente la realidad y, por tanto, si alguien quiere ponerle algún calificativo a su forma de comportarse, es él quien tiene problemas y no los sujetos observados.
Los optimistas ven medio llena la botella vacía, o ya prácticamente llena la que solo está mediada. Un optimista de ese tipo en épocas de vacas flacas no tiene mucho peligro, porque pocos le harán caso. Sin embargo, en épocas de bonanza, un optimista suele llevar al estrellato a los que le sigan (estrellato en el sentido de estrellarlos).
En los velatorios, siempre hay alguien -evidentemente, alejado de la línea familiar que le vincula directamente con el muerto, o que no guardaba buenas migas con él/ella- que cuentan chistes, y no faltan otros pocos que se los ríen. Habrá quien piense que son gente simpática, optimista, jovial, que saben encontrar el punto divertido incluso a las situaciones más tensas y tristes. Gente que ve la botella medio llena.
Mejor llamar al pan, pan; al vino, vino; y a la botella vacía, botella. A ver si la llenamos, si sabemos y podemos llenarla.
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