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El blog de Angel Arias

Al socaire: Un esfuerzo por sacar de la mierda a los basuritas colombianos

Al socaire: Un esfuerzo por sacar de la mierda a los basuritas colombianos

Los que trabajamos en proyectos con países en desarrollo, sabemos que hay gentes que viven en la basura. Allí donde van los desperdicios de todos, hay siempre un poblado de chabolistas, y se encuentran niños semidesnudos, corriendo o jugando con los juguetes más sucios que uno haya visto jamás, y hay  también perros flacos y huidizos, y muchas moscas, y centenares de pajarracos sobrevolando, tal vez buitres, cuervos o grajos.

Al llegar las viejas camionetas con su carga pestilente al vertedero, antes mismo de que el conductor accione la  palanca de vuelco, algunas sombras con garfios saltan sobre las negras bolsas abiertas que transporta el vehículo. Otros escarban separando pacientemente plásticos, latas, papeles y cartones. Los llaman pepenadores, basuras, basuritas, pero pocos los conocen, y aunque sabe de su existencia, la mayoría no se preocupa por distinguirlos de los desperdicios entre los que se mueven. Me he cuidado en escribir que no viven de la basura, sino en ella. No pertenecen a ninguna empresa. Son -diríamos en la jerga oficial inadecuada- "autónomos".

La incorporación de camiones compactadores a la recogida de los residuos urbanos y el sellado de los botaderos para sustuirlos por vertederos controlados, condena a esas familias a una vida aún más desesperada. No tienen ninguna formación, no pueden pretender la acogida en una sociedad que los ignora.

Un grupo de amigos muy especiales, de esos que además de tener sensibilidad hacia los que sufren, no quieren volver la cabeza hacia otro lado, han creado una Asociación para ayudar a esos marginados. Nos lo explicaron al atardecer, en Madrid, en un paisaje sobrio realzado por un cielo tormentoso, en una merienda aderezada con música de violitrombón y acordeón y cantos a capela. El proyecto tiene casi dos años de vida, y su objetivo es ofrecer un destino a los niños sacados del reciclaje de Colombia.

Cuando volvía a casa, ya de noche, conduciendo sobre el asfalto mojado por la lluvia, rememoré que, en el cortometraje que nos proyectaron sobre un lienzo improvisado, en pleno campo, una mujer colombiana llamada Juana, mulata, de gesto algo triste, encendió las luces de la ilusión para decirnos que, gracias a la Asociación sus nietos, aunque les seguían llamando basuritas, iban a la escuela. Estaban siendo redimidos.

Hay que ayudar a esta gente, apoyando el esfuerzo de Paco Carmona y Monique, y Ricardo, y ese conjunto de locos desprendidos que están delante de la Asociación Medio Ambiente. Me han autorizado a dar aquí su teléfono: 914292094 y yo incluyo el número de la cuenta corriente de esa ONG. 0182-4003-12-0201549675. No han cumplido dos años y no tienen aún acceso a las subvenciones oficiales, pero los niños y la necesidad no pueden esperar. (CIF: G84736347).

2 comentarios

Administrador del log -

Querido y admirado Rafa Ceballos, mago de cerca y de lejos, desde esta log que es casi tan tuya como mía, gracias por tu generosidad tanto para entregar tu talento intelectual –de cuya versatilidad y valor sabemos todos cuantos te conocemos y, por ello, admiramos cada día más-, como para aportar tu colaboración espontánea y desprendida a numerosas causas humanitarias –lo que dará idea de tu talante social, incluso a quienes no te conocen.

Recibo hoy también, en mi correo particular, una nota de mi amigo colombiano Hernán Estrada, en donde se comenta el impacto terrible que causó la entrevista a un asesino en serie de niños, Luis Alfredo Garavito, y que fué realizada el pasado 11, en el programa las Crónicas de Pirry del Canal RCN.

Este tristemente famoso criminal/sicópata, encarcelado después de haber sido declarado confeso y convicto de haber asesinado a más de 180 niños, en los distritos del Valle del Cauca y Boyacá, ha actualizado la polémica allá, porque ha solicitado que se le conceda un régimen semiabierto, apelando a las fuerzas interiores que le movían a hacer un mal que aborrecía, citando incluso a San Paulo como argumento de autoridad.

Traigo su caso aquí, ante todo, para recordar la razón por la que tardó mucho en ser descubierto: elegía a sus víctimas donde sabían que no se les echaría de menos, de entre los basuritas y los niños de la calle. ( Puede verse la historia casi completa en: http://www.latinoseguridad.com/LatinoSeguridad/Criminales/Garavito.shtml)

Rafa Ceballos -

No eres la voz que clama en el desierto, porque el mensaje ya ha sido escuchado.