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El blog de Angel Arias

Jugando en corto: Algunas propuestas para salir de la crisis

Aunque ha habido durante bastante tiempo confusión terminológica, la desaceleración económica es, definitivamente, crisis, y profunda. Hay que sacar consecuencias políticas al respecto de quienes tenían la obligación de detectar la venida de la ola de disgustos y no lo hicieron, y de los que conocían la peligrosidad del receso y lo ocultaron.

Pero lo que me propongo tratar en este comentario, con las limitaciones de espacio y lugar que son evidentes (a las que no necesito sumar mis propias cortedades), son, como reza el título, algunas propuestas para salir de la crisis.

1. En primer lugar, no hay que esperar a que la crisis económica se resuelva por sí sola o mejore con el tiempo. Tampoco hay que infraevaluarla, porque vale más aplicar medidas excesivas, pero sensatas, que equivocarse de talla en el diagnóstico y calzarse un zapato de otro. Hay que actuar con rapidez, atacando la problemática desde su núcleo.

En España, los problemas fundamentales, en mi opinión son: un endeudamiento familiar intolerable, un exceso de consumo irresponsable, un despilfarro injustificable de los medios funcionariales públicos -sobredimensionados e infradotados-, un desaprovechamiento crónico de las capacidades personales de un amplio sector de la población, y unas dotaciones asistenciales demasiado permisivas e insuficientemente controladas.

Solución: Es obvio que las medidas han de concentrarse en estos sectores y situaciones: revisión de todas las concesiones crediticias, en especial, de los préstamos familiares, estableciendo medidas paliativas para evitar los fallidos del endeudamiento familiar (atención a las situaciones en las que uno de los miembros de la unidad, o los dos, han perdido su empleo); reducir los créditos al consumo, estimulando los consumos de producción propia; congelación salarial, y reducción de las previsiones de contratación fijas en el funcionariado, sustituyéndolas, en los casos necesarios, por contrataciones temporales; extremar el control del gasto público, y muy en particular el dedicado a la atención sanitaria y a la cobertura del paro (vigilando irregularidades); fomentar el trabajo de todos los que tienen capacidades desocupadas, en especial de los jubilados, de los parados, de los inactivos, estimulando su comportamiento solidario y orientando esa actividad hacia los apoyos asistenciales; controlar la competencia desleal y la economía sumergida, especialmente dañina en épocas de crisis.

2. El país ha vivido en sectores clave con el pensamiento puesto en que el crecimiento sería sostenido, y que los beneficios futuros podrían aplicarse para justificar los gastos presentes.

Esa entelequia utópico-financiera, sin justificación alguna, ha traído como consecuencia una gran liberalidad a la hora de juzgar las situaciones actuales, y facilitar la concesión de préstamos, basados en el aumento de los salarios, y en el sostenimiento del empleo. Cualquiera que tuviera una nómina con una antigüedad mínima, podría disponer de dinero para comprar una casa de inmediato -por supuesto, hipotecando el inmueble, aunque, como se creía que todo iba a crecer, sobrevalorándola-. Parecidos argumentos servían para recibir préstamos -a alto interés, eso sí- para comprar un coche, reformar la cocina o hacer un viaje de placer.

Solución: Favorecer la creación de actividad empresarial, impulsando la generación de proyectos, y facilitando los créditos para montar empresas o ampliar las existentes, apoyadas en planes de futuro, que habrán de ser cuidadosamente analizados, desde luego, pero primando la iniciativa individual y el esfuerzo creativo. Impulso a los créditos con garantía en el propio negocio, facilidad para la creación de empresas de capital-riesgo en sectores estratégicos o de mayor impulso y capacidad de arrastre (aquellos relacionados con la producción de bienes de consumo menos relacionados con el lujo y más con la utilidad práctica). Movilizar hacia el mercado las segundas y terceras viviendas, con una ley que proteja al propietario de los impagados y facilite que arrendador y arrendatario se encuentren cómodos en la contratación de alquileres. Resulta sorprendente, desde luego, que la crisis del sector inmobialiario haya puesto en el mercado tal cantidad de viviendas de segunda mano, algunas de antigüedad manifiesta y de baja categoría; cabe interpretar que familias de economía relativamente modesta pretenden ahora, por la vía rápida, traducir en dinero alguna de sus propiedades; esto demostraría un efecto dominó, provocado por el miedo a perder oportunidad, que se debería controlar mediante una inspección de la situación fiscal de esas viviendas y sus propietarios.

3. El dinero de las perspectivas de beneficio y ahorro futuros se concentró en gran medida en la construcción de viviendas generando una bolsa de especulación fácil, desdeñando otras inversiones de aparente menor rentabilidad  o mayor riesgo. Por su parte, los Gobiernos difundieron una imagen de bonanza y disponibilidad de recursos que no se correspondía con los ingresos típicos, al confiar en el mantenimiento de fondos europeos para las inversiones públicas.

Se compraron también muchos automóviles, ordenadores, ipods, televisiones de plasma, electrodomésticos sofisticados,... pero no nos engañemos: una parte sustancial de ese gasto ha beneficiado a las industrias de otros países. Como aquí nunca hemos creído en la técnica, se ha preferido comprar los componentes allende las fronteras y limitarse a ensamblar las piezas.

 Solución: Activar líneas de crédito preferentes a los empresarios con proyectos de autoempleo o en aquellos en los que la cualificación de los empresarios permita valorar mayores perspectivas de éxito. Favorecer la cooperación Universidad empresa en proyectos a corto plazo, decididos por la comunidad social, no por académicos empecinados en la teoría o en conseguir becas para sus postgraduados. Premiar las iniciativas de viabilidad de proyectos empresariales, en especial de los surgidos en sectores relacionados con las tecnologías de mayor desarrollo potencial, difundiendo los logros.

4. Falta decisión para abordar de manera homógénea, coherente y consensuada el problema del desempleo.

Se han dado inaceptables bandazos en la incorporación de trabajadores extranjeros poco cualificados, que han ido desde el fomento del efecto llamada, a la proclamación de que se necesitaba mano de obra porque los españoles no deseaban realizar algunos trabajos, tolerando la creación de una bolsa de inmigración ilegal y la paralela generación de una filosofía de sostenimiento del desempleado, que favoreció la aparición de una picaresca organizada para disfrutar al máximo de las ventajas de una reglamentación social permisiva con las irregularidades.

Solución: Control rígido de la contratación ilegal y las residencias irregulares. Coherencia en las actuaciones respecto a la inmigración y a las opciones de contratación en origen. Facilitar, como objetivo social, el retorno de los emigrantes a sus lugares de origen (que es, sensu contrario, justamente uno de los propósitos de la Constitución Española vigente). Bajar las retenciones a los salarios bajos, permitir el pago diferido del iva y de los impuestos de sociedades a las empresas con menos de tres años de existencia, admitiendo la compensación de beneficios y pérdidas en ese período.

Aumentar las retenciones e impuestos a los salarios y honorarios muy altos (superiores a 150.000 euros anuales, por ejemplo), pero, sobre todo, identificar los propietarios de las fortunas de este país desde el punto de vista de sus orígenes, contenidos y rendimientos; basta darse un paseo por las zonas residenciales de cualquier ciudad de España para hacerse una idea de la cantidad de ricos incontrolados que existen, cuando se compara esa evaluación de campo con las declaraciones fiscales del área.

5. Finalmente, una crisis es una oportunidad.

Los que tienen liquidez se aprovecharán seguro de las dificultades financieras y la ruina de otros. Las mayores fortunas que, al estar bien gestionadas, gozarán de una buena diversificación y óptima información, aumentarán sus beneficios a medio plazo, al comprar a precio de ganga y aprovechar para liquidar excedentes menos productivos. No hay que obsesionarse con la profundidad de la crisis ni bajar la guardia. Se debe seguir trabajando, o, mejor aún, trabajar más.

La crisis, además, nunca será total ni durará indefinidamente: se debe esperar, estar atento y, en el peor de los casos, aplicar individualmente el principio de sálvese el que pueda. Sin embargo, desde la perspectiva política, las medidas han de atender a la dilución de la crisis entre el colectivo más amplio posible, haciendo en particular que los más resistentes económicamente soporten la mayor parte del peso de las medidas restrictivas.

3 comentarios

Guillermo Díaz -

Comparto muchas de tus apreciaciones.
Lo lamentable es que, hoy por hoy, el Gobierno sigue echando botes de humo, no acepta que ya estamso metidos en una clara recesión y que se necesita aplicar medidas contundentes aunque resulten impopulares.
De otra parte, estoy convencido de que una vez mas, a rio revuelto ganancia de pescadores, y muchas empresas y particulares que tienen liquidez, harán su agosto apoderándose por ejemplo de inmuebles hipotecados cuyo titular no puede pagar.

albert -

Hummm! ajuste duro y sin tapujos. Me parece bien. La reforma de la Administración es una prioridad.Y el copago en la sanidad pública debería aplicarse ya.Si el gobierno necesita gente para estudiar estos asuntos...tambien puede contar con mi humilde sapiencia.(Je je, es que he recomendado tu blog a presidencia del gobierno y aprovecho para ofrecerme).

miguel -

Suena muy bien, lástima que seguramente no se haga nada de todo esto. Y sigamos a la expectativa de los mercados exteriores. Cuando a USA y Europa le vaya bien, volveremos a recuperarnos un poco. Aunque olvidémonos de la orgía de crecimiento inmobiliaria de estos años.

De todos modos, esperemos que las empresas españolas más profesionalizadas e internacionalizadas sean capaces de sacar rendimientos de la crisis global y reforzar sus posiciones: Santander, Ferrovial, Iberdrola, Telefonica...

Y lo de la cooperación Universidad-empresa, casi parece una utopía, de tanto repetirse y nunca llevarse a cabo.

Toca apretarse el cinturón, estar muy vivos para captar oportunidades de negocio y poner la vista en los BRIC, que los PIGS lo llevamos crudo.