Jugando en corto: El informe de coyuntura de la OMT y Colombia como destino turístico
El día 27 de enero de 2008, la Organización Mundial de Turismo presentó, en sus oficinas de Madrid (Capitán Haya, 42) el Informe anual de coyuntura, un barómetro que intenta prever por dónde van a discurrir los flujos de los viajeros vacacionales. Marcelo Risi fue el promotor y director de la rueda de prensa.
A continuación, y con la presencia del ministro de Comercio Industria y Turismo colombiano -Luis Guillermo Plata-, se hizo la introducción al estudio de la realidad de Colombia como destino turístico, que preparó el ex-secretario de Turismo de España, Germán Porras Olalla, hoy en la confortable posición se ser asesor de ese organismo de la ONU.
El crecimiento muy regular, al ritmo del 4% de media anual, del turismo mundial en los últimos 12 años, sufrió un parón en el segundo semestre de 2008. La OMT mide el peso del turismo por el número de "llegadas internacionales de turistas", parámetro algo enigmático que me quedé con las ganas de preguntar cómo se obtiene, aunque supongo que se hará mezclando cifras quasi-exactas (cuestionarios a viajeros sobre el destino de su viaje) y estimaciones, como la mayor parte de los indicadores, que a mí me suena un poco como combinar churras y merinas.
De los estudios realizados por la OMT, por lo que se me dijo, se deduce que hay una correlación prácticamente directas entre las llegadas de turistas y el crecimiento en ingresos del sector, aunque en la rueda de prensa no se manejaron cifras económicas, ni a los demás periodistas presentes en la sala pareció preocuparles lo más mínimo este factor.
Sea como sea, la OMT llega a la cifra de 924 millones de llegadas turísticas y vaticina un estancamiento o un ligero descenso en conjunto para 2009, con un retroceso claro en el ritmo para Europa y Asia, en principio, -aunque los funcionarios del Organismo fueron cautos al aplicar las cifras a España, como les pidió un colega en la rueda de prensa- una caída de un 2% para España. No en vano estamos en una certain uncertainty, como subrayó Geoffrey Lipman, subsecretario general de la OMT, que acompañaba a Taleb Rifai, secretario general abjunto y a otros ejecutivos de la organización.
No impide estos presagios relativamente pesimistas augurar que no se trata ,de un cambio de tendencia, sino de una "u", una muesca en el crecimiento, de mayor o menor duración, que se recuperará tan pronto como remonte la crisis la economía general, recuperando la tendencia a largo plazo del 4 %. El turismo aparece, además, para la OMT, como un elemento esencial para estimular la economía de los países emergentes, y se presenta, desde luego, como plenamente concienciado por la sostenibilidad ambiental.
La presentación del documento sobre Colombia -un folleto titulado "Colombia, de nuevo en el mapa del turismo mundial", descansó sobre la nueva política colombiana del gobierno de Uriba, que ha propiciado un marco regulador con importantes ventajas fiscales a quienes inviertan en la cónstrucción de plazas hoteleras (exención de impuesto de sociedades durante 30 años, incluso para las nuevas plazas en hoteles existentes) y la disminución de la inseguridad.
El lema turístico de Colombia es "El riesgo es que te quieras quedar". Es un buen slogan, aunque los eventuales viajeros a ese hermoso país se sigan fijando en las cifras de siniestralidad y en las actuaciones de la guerrilla.
Y eso que los colombianos presentes, y sobre todo, el brillante embajador, Carlos Robledo (con el que, incomprensiblemente, una funcionaria de la OMT me confundió, cuando yo volvía de cambiar el ticket al coche, saludándome con un "Buenos días, embajador") presentaron un panorama espléndido para el turismo en Colombia, brillante en biodiversidad, en variedades de clima y fauna y "con índices de inseguridad comparables a Washington".
Si Colombia se convierte en un país seguro, el despegue turístico de es país que es mayor que dos veces España, y de cuyo paisaje, gentes y riqueza faunística guardo recuerdos imborrables, cuando tuve la oportunidad profesional de recorrerla, casi de cabo a rabo.
Me gustó, por lo demás, la encendida defensa al Ciberturismo que hizo Guillermo Porras, como una línea de claro futuro, económica y ágil para que el viajero pueda tomar sus decisiones. Como estoy a favor de un turista bien informado y a que muchas curiosidades del viajero potencial se resuelvan utilizando la red de telecomunicaciones (es el turismo más verde que conozco), aplaudo desde aquí ese parecer, que comparto plenamente.
No me pude quedar al cóctel, pero recogí un maletín con atractiva información turística sobre Colombia, país al que, seguro, pronto volveré. Será mi homenaje particular a Ingrid Betancourt que, valga el cotilleo, luce espléndida en bikini en una foto que le han tomado en no se qué playa de Miami, curándose de los años de duro secuestro por la guerrilla, y que podría sevir también de imagen promocional.
1 comentario
Elecciones -