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El blog de Angel Arias

Al socaire: Empresarios del mundo, unidos

Fuimos unos cincuenta los que asistimos hoy a la presentación de dos instrumentos de información que la DG 3 de la Comisión Europea, de Comercio Exterior, ha hecho para los empresarios de Madrid en la sede de Promomadrid (Desarrollo Internacional de Madrid S.A.), una iniciativa de esta Comunidad autónoma . Para aquellos que quieran exportar fuera de la Unión, obtener información sobre mercados y regímenes aduaneros y conocer la actualidad comercial del segundo espacio mundial. También hay un capítulo en una de las webs dedicado a las barreras fitosanitarias, una preocupación muy actual, que a menudo sirve como instrumento de defensa para la política comercial de los Estados. (http://madb.europa.eu y http://exporthelp.europa.eu). Marta Moya y Miguel Ceballos fueron claros, interesantes, amenos. 

En la tertulia que ayer noche celebramos en el restaurante AlNorte, varios emprendedores y algunos funcionarios, junto con otros amigos del decir y del escuchar, debatimos sobre el tema propuesto:”Empresarios y política.” Después de habernos sacado del Universo de la reflexión conjunta tanto a las multinacionales, como a los gestores de las grandes empresas e incluso a los autónomos autoempleados, una parte de nuestra discusión se centró en las “pes”, en las pequeñas empresas.  Resultó un homenaje peculiar a quienes se lanzan a hacer empresa en un mundo en crisis, -o sea, en mutación-, navegando por la economía global entre multinacionales que no tienen cariño por ninguna ubicación, y la necesidad colectiva de sostener un mercado laboral en donde prima la creación de trabajo local. La voluntad de moverse, en fin, en un entorno por momentos más formalista, con una fuerza de trabajo –y una clientela- a la que cada vez es más difícil fidelizar. Me acordé de Manuel Castells (reflejado con pinceladas de hábil periodista por Mayte Pascual en el libro “En qué mundo vivimos”, (Alianza Editorial, 2006), presentado hace pocos días en el Círculo de Lectores.  

A nuestra sociedad le es necesario crear empleo estable y próximo, y ello implica promover la actuación de emprendedores que tengan cara y ojos. La política debiera ocuparse más en proteger a esos esforzados paladines que arriesgan su dinero, no tienen límite de horas para su trabajo, y dedican sus mejores ilusiones, no en la búsqueda de la riqueza sin límites, sino en el empeño de subsistir de otra manera.

 Hay mucho por hacer, es necesario reflexionar sobre el modelo. 

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