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El blog de Angel Arias

Linkweak: Historias de un antihéroe (80 tiras)

Recuerdo aquí que, para los interesados en la evolución de este personaje de ficción, he completado en la dirección:

http://alnorte.es/linkweak.php

las primeras 80 tiras (20 hojas din A4) con la historia de Linkweak. Tengo bastantes más dibujadas, pero prefiero recoger algunos comentarios antes de proseguir con su publicación, ya que pretendo que sus vicisitudes tengan la mayor generalidad posible, dentro del marco peculiar en el que el personaje se desenvuelve (despedido de su empresa), y sus propias características personales y profesionales (cincuentón y con una alta cualificación técnica).

Comprenderán los lectores de este cuaderno que la concepción del personaje esté amparada por mi copyright y que, en este caso, se entienda prohibida expresamente su reproducción... pero no su disfrute.

4 comentarios

Administrador del Blog -

Albert, las historietas de Linkweak se van ajustando a medida que se me van ocurriendo las escenas, por lo que puede suceder que si imprimiste las páginas en días distintos, se repitan los números de las viñetas, ya que los corrijo para darles solución de continuidad, encajando las nuevas anécdotas. Creo que ese es el caso de las páginas que citas. En este momento acabo de comprobar que están correctamente.


Linkweak tiene vocación de personaje universal, por lo que aunque cada uno es libre de disfrutarlo como quiera, vengo encontrando que en compañía se descubre que el mundo está lleno de Linkweaks en conflicto con sus Sistemas.


Gracias por tus elogios. Nunca imaginé que tuviera vocación de humorista, pero la vida levanta las ampollas del alma en los sitios más insospechados.

Albert -

Me encanta Linkweak, tus tiras son geniales.He tenido que imprimirlas para poder leerlas con lupa (literal, mi vista no es lo que era). Prometo que sólo para mi disfrute. Las páginas 8, 9 y 10 se repiten en las 17, 18 y 19., o es que me equivoqué al imprimir?

Administrador del blog -

Me agrada saber que Linkweak despierta simpatías. Por momentos, cuando lo veo dándole vueltas a su situación de desempleado forzoso, pienso en el ratoncito de aquel cuento que, caído en una jarra de leche, sin desesperar, pedaleó toda la noche hasta que la convirtió en manteca, y, pudo por ello, escapar.

Eran otros tiempos, y a la leche no le habían quitado casi todo su contenido graso, claro está.

He corregido el error, producto de mi manejo acelerado del escáner. Gracias por advertirme del fallo y, por supuesto, por elogiar mi trabajo. Dignos de admiración o no, amigo Enrique, la vida me ha venido a demostrar que, admirados, lo que se dice admirados, lo somos muy pocas veces. ¿Verdad?

Enrique -

He estado mirando un poco tu blog y me parece intersantísimo. Ni que
decir tiene que pienso que eres digno de admiración: dos carreras,doble -o múltiple mejor- actividad profesional, restaurador, poeta, humorista (las tiras de linkweak son geniales -por cierto el enlace al
último PDF da error, no hay PDF.

Vamos, todo un ejemplo a seguir.