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El blog de Angel Arias

Manuscrito encontrado en un callejón sin salida

(Este manuscrito fue encontrado, arrugado, puede que pisoteado y bastante sucio, en una cartera de mano abandonada en un callejón oscuro, sin salida. Tratado con sumo cuidado por quien lo descubrió, reconstruídas o imaginadas algunas partes que se encontraban ilegibles, fue cumplido el deseo de dejarlo en sitio adecuado para que otros lo pudieran leer. Se ofrece aquí, para mayor difusión, con riesgo de haber puesto algún punto o quitado alguna coma, la transcripción literal del mismo)

"Estimado amigo:

Llegado ese momento en la vida en la que uno se da cuenta que la mayor parte de las personas de su misma edad,  están jubiladas, cansadas o prematuramente fallecidas, conviene sentarse a tomar el fresco a la puerta de la casa y reflexionar unos instantes sobre lo que se tiene entre las manos.

Por cierto, tengo que dejar claro que no he elegido a nadie en particular como destinatario de esta carta, por lo que la he depositado en el primer buzón que encontré. Sea cual fuere el lugar en el que ahora se encuentre esta Nota, debes reconocer que solo tu curiosidad y tu inteligencia serán culpables de su interpretación. En cualquier momento, puedes abandonar la lectura, y nadie lo echará de menos ni reclamará tu opinión. Eso sí, te ruego que, en lugar de destruirla, vuelvas a introducir la carta en la cartera, y permitas así que otros la lean.

No voy a apelar a la supuesta autoridad moral que da la edad, ni expresar la ventaja de quien tiene ya poco que ganar o perder.  Ni se me ocurre. No creo que mejore la perspectiva para juzgar cuanto preocupa a nuestros congéneres, expresar que se viene de vuelta de lo que tantos se afanan en buscar.

Lo único que puede hacer interesante la experiencia ajena es tener la voluntad de desvelar la verdad que se trata de ocultar y a cuya ocultación, en ocasiones, todos estamos contribuyendo.

Me gustaría empezar diciendo que soy una persona creyente, que tengo confianza en que exista un ser superior a nosotros y que está velando por cuanto hacemos, dispuesto a premiarnos o castigarnos cuando llegue el momento de nuestra muerte.

He hablado con muchos iluminados, con sacerdotes, bramanes y representantes de las más variadas religiones y sectas, y ninguno me ha convencido. Muchos hacen referencia a libros sagrados, pretendidas revelaciones del más allá, combinando espíritus angélicos y manifestaciones de lo metafísico, pero nada de lo que ha quedado escrito parece realmente digno de figurar entre las expresiones de un ser superior, ni sus comunicaciones tienen un valor decisivo.

¿Qué importancia tiene, al cabo, la posibilidad de que un ser del otro lado de la física decida incorporarse a nuestro mundo, para darnos ejemplo de comportamiento, qué valoración puede hacerse cabalmente de lo que podamos entender como milagro, si son tantas las expresiones de la naturaleza que aún no conseguimos explicar?

Sé que para algunos es precisamente lo mucho que ignoramos los seres humanos, a pesar de los avances científicos, lo que les anima a pensar que alguien superior a nuestra naturaleza está dirigiendo todo. ¿Y qué? ¿Mejora en algo la condición de una hormiga, pongo por caso, el que conozca o no la existencia del oso hormiguero, o a los efectos, del elefante cuya providencial defecación está dando sustento a toda la colonia?

No. Lo que cambiaría las cosas es la realidad de una comunicación entre lo merífico y lo tangible, y esa, mal que pese a los que pretenden estar en conexión con el más allá, no existe, no ha podido ser probada fehacientemente jamás, no ha conseguido, en cualquier caso, resultado apreciable alguno.

(seguirá)

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