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El blog de Angel Arias

Jugando en corto: Exposición de cuadros de Ingenieros de Minas en Oviedo (y 2)

Jugando en corto: Exposición de cuadros de Ingenieros de Minas en Oviedo (y 2)

La fotografía de este Cuadro, titulado "Trío familiar esperando un regreso", corresponde al segundo de los presentados por mí al Certamen de pintores Ingenieros de Minas. La fotografía ha sido obtenida, como la que ilustra el inmediatamente anterior comentario, directamente de la Exposición que se mantiene abierta en el Café Español, en Oviedo, por mi hermano Juan Carlos.

Había imaginado, en mi confusión ilusa, que el Cuadro, por su ejecución y complejidad temática, hubiera podido obtener el primer premio del Certamen, o al menos, una de las menciones. Representa, en estilo neoexpresionista, una pareja -madre e hija-, de las que el miembro más joven sostiene un niño pequeño.

La composición se sostiene en torno a varias líneas geométricas, evidentemente forzadas, que pretenden dar fuerza adicional al mensaje, ya insinuado en el título: el trío espera a alguien, seguramente -pero no necesariamente- al padre del pequeño. La mujer mayor (pero no de edad aparentemente suficiente para ser la abuela del pequeño- guarda entre sus brazos un ramo de flores (no visible en la fotografía, de baja resolución), de las que el niño sostiene una de ellas en su mano.

Los brazos de la figura de la derecha forman una línea paralela al brazo derecho (izquierdo en la visión del cuadro) de la mujer más joven, excepcionalmente alargado, para continuarse en los puntos suspensivos de las rodillas de la mujer algo mayor (¿otra mujer enamorada? ¿la madre del que no llega?).

Como todos mis cuadros, concebido para admitir varias lecturas, el dibujo se completa con la visión de un fondo en el que se mueven sombras y figuras. Puede ser un aeropuerto, una calle, una casa. Desde un estilo figurativo descuidado, como corresponde al neoexpresionismo, lo más importante es tratar de trasladar al espectador un mensaje, la mezcla de la placidez aparente de los que esperan con la inquietud del que ya empieza a desesperar, porque nadie aparece todavía y, además, los expectantes, en ese momento, se están preguntando lo que hacen allí. Por diversos motivos.

En cuanto al color del cuadro, pintado en acrílico, he querido dar predominio a los tonos pastel, con combinaciones de naranjas y azules. Por supuesto, nada es casual: la mancha blanca sobre la cabeza de la derecha -el gorro de arlequín- se complementa con la silueta del conejo esbozada a la izquierda de la figura de la izquierda. Los toques de óleo pretenden también reforzar el mensaje de calma tensa, que subraya el rojo vivo -la tensión. entre el codo y la mano de las dos figuras femeninas.

2 comentarios

Anonimo -

estuve en la exposicion y tiene un nivel muy alto, enhorabuena

albert -

Ayer visité la exposición de cuadros en el Café Español. Entiendo tu "ilusa confusión".Tienes demasiados amigos desde niños.