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El blog de Angel Arias

Jugando en corto: ¿Los guardias civiles, jueces y otras autoridades, tienen sexo, o solamente género?

La pregunta es, por supuesto una boutade. Una guardia civil con el traje verde bien apretado a las caderas, puede despertar admiración por su contorneado cuerpo. Una juez atractiva, aunque nos falle en contra, podrá suscitar mayor secreción de feromonas, haciendo el castigo más soportable. No es lo mismo que te ponga la multa un guardia de aspecto adusto que una policía con la blusa ajustada y, tal vez, parcialmente desabotonada.

Y, aunque estas visiones son realizadas desde la perspectiva masculina, es perfectamente imaginable, incluso para los más redomados machistas, que en las mujeres se despertarán impulsos de autoconsolación similares. No hace mucho oía a una periodista decir algo del "paquete" de un futbolista y a otra aquello de "no hay que perderse la visión de XX en calzoncillos".

Los políticos deberían ser elegidos entre los guapos, hacer gimnasia, y cuidarse el cutis. No es lo mismo que te hable de la crisis Zapatero o Carme(n) Chacón que Rubalcava o la vice, aunque la competencia profesional no guarde pareja con la física. Obama tiene las de ganar a McCain, y aún no me explico cómo Segolene Royal sucumbió ante Nico Sarkozy, salvo por la picardía del segundo de hacerse acompañar de bellas especímenes, casadas o solteras.

De la perspicacia del Cavalieri Berlusconi para hacernos olvidar sus implantes capilares y sus desplantes verbales con ministras sacadas de la pasarela, no cabe ni dudar.

La belleza tiene un efecto adormecedor, disminuye el dolor, y nos conduce a lamernos las heridas con menos lástima hacia nosotros mismos.

Se atribuye a Emilio Alarcos esta anécdota, que si no viene al pelo, le anda cerca. Dicen que en un besamanos que se formó al tomar posesión de la plaza el nuevo obispo de Oviedo, un devoto de los del pelotilleo, le comentaba (eran tiempos de Régimen): "¿No se acerca Vd. a besarle el anillo a Su Eminencia?". A lo que el futuro académico, con su seco carácter, le espetó: "No. Y no hace falta que emplee Vd. el diminutivo".

Cuando se autoricen obispas, las colas serán más largas, seguro.

2 comentarios

Guillermo Díaz -

Recuerdo a aquella guardia civil con falda bien apretada, que al poner una multa a un conductor, apoyó la pierna en en quitamiedos para rellenar mejor el boletín de denuncias.
Esa postura permitía al conductor ver una ropa interior muy bonita, y ante tan estupendo paisaje empezó a sonreir efusivamente,
La guardia civil le dijo: Ríase ríase, que cuanto mas se ria, mas gorda se la voy a poner.

Ruben -

Angel, buen post. A ver si al final aquello de que Chichiolina fuera parlamentaria no iba a estar tan descaminado, sólo que se adelantó a su tiempo, como muchos inventores. Un abrazo.